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ENTRENADORES DE LEYENDAS

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Sir Alf Ramsey, England

El General inglés que conquistó el mundo

Ni siquiera la Reina Isabel II pudo contener su júbilo el 30 de julio de 1966, día en que Inglaterra, cuna del fútbol moderno, ganó por fin la Copa Mundial de la FIFA. Mientras el público se volvía loco en el interior del estadio Wembley y la gente saltaba a las calles por todo el país, parecía que sólo había un hombre capaz de mantener la calma. Alf Ramsey, estratega del mayor triunfo deportivo inglés de todos los tiempos, lucía una simpática sonrisa, pero, para sorpresa general, mantenía la compostura y su asiento en el banquillo.
Junto con el brinco de Nobby Stiles y el levantamiento del trofeo Jules Rimet por parte de Bobby Moore, la imagen del comedimiento de Ramsey sigue grabada, incluso 40 años después del hito, en la memoria de los ingleses que la presenciaron, lo que subraya la importancia del papel desempeñado por el entrenador y la dignidad tranquila que encarnaba. El 'General' también poseía un astuto cerebro para el fútbol, era flexible con sus tácticas, pero estricto con la disciplina, y como técnico estaba muy por delante de su tiempo. Pero acaso su mayor talento era su capacidad para sacar lo mejor de sus jugadores en el campo.
Ganar para Alf
Ramsey se hizo con su puesto de seleccionador de Inglaterra después de ascender a un grupo de amigos que jugaban en el Ipswich Town desde la tercera división regional hasta la principal liga de fútbol en siete temporadas, de 1955 a 1962.
"Vamos a ganar el Mundial", anunció el oriundo de Essex en una bravuconada impropia de su carácter cuando tomó las riendas del equipo nacional en 1963. No solía sentirse cómodo ante la prensa, aunque por lo general era bastante respetado por todos, pero una derrota por 5-2 ante Francia en un partido de clasificación para el Campeonato Europeo de la UEFA hizo que algunos periodistas comenzaran a poner en entredicho su nombramiento. No obstante, Ramsey, que en su juventud había sido 32 veces lateral derecho con la selección -sus clubes fueron el Southampton y el Tottenham Hotspur- estaba dispuesto a jugarse el cuello y descartar a los extremos con los que el fútbol inglés había llegado a identificarse. Los reemplazó por una formación 4-4-2, algo insólito en aquel tiempo, lo que hizo que su equipo llegara a ser conocido como los 'wingless wonders' ('maravillas sin alas').
Daba igual el varapalo que le propinara la prensa: la lealtad de Ramsey hacia sus jugadores siempre obtenía recompensa, pues le era devuelta con creces.
"Funcionaba en ambas direcciones", explicaría después el mediocampista Stiles, quien, a pesar de su fuerte entrada sobre el organizador francés Jaques Simon en la victoria por 2-0 de Inglaterra en la fase de liguilla, fue defendido a capa y espada por su entrenador pese a las peticiones de su exclusión en cuartos de final. "Como nos era fiel, nosotros estábamos dispuestos a traspasar paredes por él".
"Y no sólo los jugadores. Todos los que trabajaban para la selección de Inglaterra, lo hacían para Alf. Antes del choque contra Argentina, yo estaba en el baño poniéndome las lentillas cuando entró Harold Shepherdson [ayudante de Ramsey]. Me cogió por el cuello, me empujó contra la pared, y me dijo: 'No defraudes a Alf'".
Entrada triunfal y tranquila en la historia
A pesar de la temeraria predicción de Ramsey, la mayoría de los expertos futbolísticos no pensaban que Inglaterra, ni siquiera siendo anfitriona, podría ganar la competición. Cuatro torneos antes, cuando Ramsey hizo su debut internacional como futbolista, Inglaterra sufrió una humillante debacle ante Estados Unidos en Brasil. En la última aparición internacional de Ramsey, tres años más tarde en Wembley, Inglaterra vio cómo los magiares mágicos destrozaban a su armada en la famosa batalla del 6-3. En las Copas Mundiales de la FIFA Suiza 1954, Suecia 1958 y Chile 1962, Inglaterra no sobrevivió a los cuartos de final.
Había pocos motivos para sospechar que los británicos destronarían al Brasil de Pelé, pero Inglaterra y el fútbol inglés estaban a punto de despertar de su largo letargo.
Los anfitriones arrancaron el torneo con un empate sin goles contra Uruguay, que fue seguido por una victoria poco convincente por 2-0 contra México. Sin embargo, un aplomado triunfo por 2-0 contra Francia demostró que el equipo se movía en la dirección correcta, y tras desbancar a Argentina por 1-0 en un partido a muerte -Ramsey llegó a usar el infausto apelativo de 'animales' para referirse a los jugadores argentinos tras la contienda- la nación empezó a creer en el entrenador y en sus 'maravillas sin alas'.
Con Gordon Banks en la portería y el majestuoso capitán Bobby Moore frente a él, Inglaterra no había concedido un solo gol en todo el torneo hasta entonces. Cuando las mallas inglesas recibieron el primer proyectil, quedaban sólo ocho minutos de partido en la semifinal contra Portugal, pero el penal transformado por Eusébio llegaba demasiado tarde, pues el certero Bobby Charlton ya había hecho dos dianas. La victoria por 2-1 aupó a Inglaterra a la final, donde le esperaba Alemania, un equipo contra el que nunca había perdido.
Y aunque el viento seguía soplando a favor de Inglaterra, el drama de la final de la Copa Mundial de la FIFA 1966 era difícil de prever -el empate agónico 2-2 de Alemania, el controvertido 'tercero' de Inglaterra, la tripleta de Geoff Hurst, y el jolgorio final-, y todo el tiempo Ramsey sentado sin inmutarse en el banquillo.
Hurst, uno de los héroes de aquel día, contaría después cómo Ramsey convenció al equipo de seguir luchando antes de la prórroga: "Alf nunca levantaba la voz, pero tenía un ademán muy poderoso".
El abismo mexicano
Alf se convirtió en sir Alf un año más tarde, y bajo su mandato, los años 60 siguieron siendo propicios para los seguidores ingleses. Muchos comentaristas pensaban que el equipo que Ramsey llevó a México en 1970 era incluso mejor que el que se había coronado campeón cuatro años antes, y el paternal seleccionador inglés parecía saber por instinto lo que sus muchachos necesitaban para darlo todo. Además de ejercitar su perspicacia psicológica en el análisis mental de los futbolistas profesionales modernos, Ramsey se encargaba de vigilar los pormenores del viaje, la dieta y la forma física. Su planificación y control extremaron su rigor en el torneo de México.
"Los preparativos de Alf para México fueron increíbles", recordaría luego Stiles. "Según los estándares actuales, hoy se considerarían obsoletos, pero en aquellos tiempos eran revolucionarios. No se dejó piedra sin remover. Incluso se llegó a llevar salsa HP a México. Siempre lo recordaré: salsa HP en las mesas".
Pero los campeones del mundo acabarían distrayéndose por incidentes ocurridos fuera del campo, que pondrían a prueba las facultades directivas de Ramsey. Primero, su capitán y gran aliado, Moore, fue arrestado después de ser falsamente acusado de robar un collar en una tienda de un hotel. Y antes del partido de cuartos de final que les volvió a enfrentar a Alemania, cayó enfermo Banks, reputado como el mejor portero del mundo, especialmente tras su milagrosa parada de un cabezazo de Pelé en la derrota por 1-0 ante Brasil.
El subsiguiente encuentro de cuartos de final en León fue un punto de inflexión en el reinado del seleccionador inglés. Un error por parte del suplente de Banks, Peter Bonetti, ayudó a los alemanes y les permitió iniciar la remontada en la segunda mitad (2-1). Luego vino la decisión de Ramsey de sustituir a Charlton pocos minutos antes de que Uwe Seeler empatara la contienda, considerada por muchos como el momento en el que la reputación mesiánica del gran jefe se desmoronó para siempre. El gol de la victoria conseguido por Gerd Müller en la segunda parte de la prórroga hundió a Inglaterra en el más profundo de los abismos.
En caída libre
A principios de los 70, el fútbol entró en una fase de rápida transformación, y la retirada de la televisión en blanco y negro coincidió con la aparición de entrenadores más vistosos e interesantes para la prensa. Los memorables hitos de los años sesenta se devaluaron rápidamente después de que un empate en casa contra Polonia impidiera a Inglaterra clasificarse para la Copa Mundial de la FIFA Alemania 1974.
"Si Bobby Moore hubiera llorado, todos habríamos llorado con él", declaró un descorazonado entrenador cuyos doce años de reinado tocaron a su fin tras la batalla. En total, las selecciones inglesas de sir Alf registraron 69 victorias, 27 empates y 17 derrotas.
"Fue la media hora más abrumadora de mi vida", diría Ramsey después de su despido. "Estaba de pie en una sala llena de miembros del comité que me miraban. Me sentía como si me estuvieran sometiendo a juicio. Pensé que 
me iban a colgar".
Hijo de un pequeño agricultor, este entrenador de 53 años siguió siendo un campeón para la gente, y con cada año que pasa, su hazaña sin par de llevar a Inglaterra a la victoria en el deporte que dio al mundo parece aún más colosal.
Tácticas
Desde los tiempos de los primeros partidos en el Reino Unido, el fútbol siempre estaba repleto de delanteros. A lo largo de los años, y a medida que las tácticas se desarrollaban, algunos de los 11 jugadores empezaron a asumir posiciones defensivas. Extremos como Stanley Matthews se habían convertido en parte del entramado futbolístico ingles hacia finales de los años 50, pero, en parte porque no estaba satisfecho con los aleros del momento, y en parte porque sus propios pensamientos tácticos se inclinaban hacia el refuerzo del mediocampo, Ramsey decidió probar sin ellos en la fase previa al torneo de la Copa Mundial de la FIFA 1966. Tras una primera ronda poco convincente, introdujo el sistema 4-4-2 en el encuentro de cuartos de final contra Argentina, que Inglaterra ya nunca abandonaría. El sistema parecía ser especialmente adecuado para Bobby Charlton, que gozaba de mayor libertad a la hora de probar el disparo. El equipo pasó a ser conocido como los 'wingless wonders' ('maravillas sin alas').



























































































































































































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Rinus Michels, Netherlands

El inventor del fútbol total

Si las selecciones holandesas de los años 1970 fueron de hecho la " Naranja Mecánica", Rinus Michels fue el genial artesano que se encontraba detrás de la maquinaria. Hombre de pocas palabras, fue el innovador ideólogo y la brillante mano que guió a la excelencia al "Fútbol Total".
Michels, nacido en 1928, Michels disfrutó de una estupenda carrera como jugador, durante la que marcó 121 goles en 269 partidos con el Ajax y jugó en cinco ocasiones con el combinado nacional de su país. No obstante, se labró un nombre en los banquillos, primero en el fútbol europeo de clubes, entre 1965 y 1971, y luego con la selección holandesa en la Copa Mundial de la FIFA Alemania 1974. Los subcampeones, a quienes encabezaba en el campo el inmaculado Johan Cruyff, fueron admirados en todo el mundo por su forma de jugar, que reflejó la creencia del 'Rinus de hierro' en que se debía cuidar tanto la cohesión del bloque como la imaginación individual.
Primero Europa, luego el mundo
Aunque su carrera de entrenador lo llevó a Estados Unidos, Alemania y, en particular, a España, donde estableció la "conexión holandesa" con Barcelona que aún hoy existe, Michels y sus logros más significativos están vinculados al Ajax de Amsterdam, su ciudad natal, y a la selección neerlandesa. Sería allí en donde el movimiento del 'fútbol total' por el que él abogó florecería a finales de los años 1960 y principios de los 1970.
Cuando Michels fue nombrado entrenador del Ajax el 22 de enero de 1965, se hizo cargo de un equipo en plena lucha por evitar el descenso. En unas pocas temporadas pasó a luchar por títulos europeos. Esta mejora culminó en la conquista de la Copa de Europa en 1971, en el que sería su último encuentro con el club capitalino.
Aunque el equipo que construyó volvería a ganar otras dos Copas de Europa, Michels, un hombre serio y brillante, apodado "El General" por su intransigencia, dio un giro total a su carrera con el salto a la acalorada liga española, en donde entrenaría al Barcelona.
En ese momento Michels ya era conocido por sus tácticas, que ponían énfasis en los movimientos inteligentes y en la polivalencia sobre el terreno de juego. Ganó una liga con el club catalán, caracterizado por su mentalidad ofensiva, pero se consolidó definitivamente aquel mismo año con un equipo diferente, la selección holandesa, como opción lógica para liderarlo en la Copa Mundial de la FIFA Alemania 74.
A un partido de la grandeza absoluta
La figura que más estrechamente se asocia con los logros de Michels es el mágico Cruyff, el mediapunta que, con su asombrosa habilidad para leer un partido, daba el toque final al ofensivo engranaje del técnico. Con el caleidoscópico cambio de jugadores, que se turnaban en funciones defensivas y ofensivas y pululaban en torno al balón, Cruyff fue el organizador que dio vida a las ideas de Rinus dentro del campo.
El mentor y su genial delantero estuvieron juntos en el Ajax y en el Barcelona, pero sería con los Oranje, en la primera etapa de Michels al frente del equipo, a los 46 años, cuando ese Cruyff y un grupo de animosos compañeros le enseñaron al mundo un nuevo tipo de fútbol. Irónicamente, no se esperaba mucho de la selección holandesa de 1974, y Michels, nombrado para el cargo al final de la competición preliminar, sólo había dirigido al equipo en tres partidos amistosos antes del torneo.
Sin embargo, el combinado neerlandés, compuesto fundamentalmente por jugadores del Ajax y del Feyenoord, se acopló rápidamente bajo la batuta de su nuevo entrenador, quien hizo un trabajo fantástico convirtiendo en un todo uniforme las variopintas facciones que conformaban el equipo, y pasó como una exhalación por la primera ronda, tras ganarle 2-0 a Uruguay, empatar sin goles con Suecia y golear 4-1 a Bulgaria. Incluso en la segunda fase de grupos, Jonny Rep, Johan Neeskens, Rob Rensenbrink y compañía ayudaron a Cruyff a demostrar el abismo que los separaba de los demás rivales, y derrotaron a Argentina (4-0), a la RDA (2-0) y hasta a la poderosa Brasil, que cayó 2-0.
Alcanzó la gloria cuando condujo a una generación de jugadores totalmente nueva a la conquista de la gloria europea en 1988. Irónicamente, Michels se cobró la revancha cuando su equipo derrotó a Alemania, país organizador de la Eurocopa, por 2-1 en semifinales. A continuación los holandeses se impondrían 2-0 a la Unión Soviética en la final. Este nuevo equipo estaba formado en torno al letal Marco van Basten en ataque, el magnífico Ruud Gullit en el centro del campo y la robusta pareja compuesta por Frank Rijkaard y Ronald Koeman en defensa.
Aunque por lo general había adaptado su concepto de Totaal Voetbal para adecuarse a los tiempos, el equipo de Michels seguía contando con jugadores de calidad en todas las posiciones, y estaba comprometido a hacer un fútbol creativo de ataque. Su polémica decisión de colocar a Rijkaard y Ronald Koeman en el centro de la defensa fue una prueba de ello. Los espectadores de todo el mundo se lo agradecieron, y los holandeses alzaron su merecido primer trofeo importante bajo la estricta mirada del técnico de 60 años.
Cuatro años más tarde, Michels clasificó a su equipo para las semifinales del Campeonato Europeo de la UEFA, en donde cayó a manos de la revelación del torneo, Dinamarca, en la tanda de penales. Fue el último capítulo de una apasionante epopeya.
Tácticas
Por supuesto, a Michels se le conoce por lo que es fundamentalmente la anti-táctica del 'fútbol total', una estrategia ya mítica que permite a los jugadores ajustar sus posiciones y carreras de manera que se aprovechen al máximo los huecos que les concede el rival. Su equipo de 1974 utilizaba aparentemente un 4-3-3 en el que Jonny Rep se internaba por la derecha y Rob Rensenbrink hacía lo propio por la izquierda. Las subidas de los laterales Wim Suurbier y Ruud Krol añadían más opciones a un ataque que parecía aumentar y disminuir a voluntad, mientras que Cruyff tenía licencia para vagar por el campo en busca de formas de abrir el cerrojo adversario. Las claves del concepto de Michels eran un movimiento inteligente, 

entendimiento y forma física



























































































































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Hugo Meisl

El estratega que revolucionó el fútbol de Austria
Hugo Meisl, Austria
En la década de 1930, Austria se reivindicó con una selección cuya calidad y entusiasmo se propagaron como la pólvora por toda Europa. El padre y 'alma mater' de este Wunderteam (equipo de ensueño), al que se suele mencionar al mismo tiempo que a la gran selección húngara de los años 50 y al Brasil de 1970, fue Hugo Meisl. Este ingenioso innovador y gran conocedor del fútbol fue una de las principales autoridades del balompié en su época. Dirigió la Asociación Austriaca de Fútbol como Secretario General en los años 20 y 30, y entrenó a la selección alpina, a la que hizo sobresalir por primera vez en el mundo del fútbol durante la Copa Mundial de la FIFA 1934.
Nacido en el seno de una familia acaudalada, Meisl se trasladó a Viena siendo niño. Allí asistió a una academia comercial, donde se formó para una carrera en el mundo de los negocios antes de conseguir un puesto de empleado en el Länderbank. Sin embargo, el joven Meisl siempre había albergado una gran pasión por el fútbol y, en consecuencia con ella, sacrificó una lucrativa carrera en la banca para dedicarse a perfeccionar la técnica y desarrollar unas infraestructuras que este deporte necesitaba con urgencia. Sus conocimientos le reportaron una reputación de gran experto en la materia.
Como Secretario General de la Asociación Austriaca de Fútbol, Meisl fue uno de los principales impulsores de la profesionalización del fútbol no sólo en Austria, sino en toda Europa. Experto sagaz en el floreciente fútbol internacional, fue el inventor de la Copa Mitropa, precursora de la Copa de Europa de clubes campeones. Sin embargo, el principal éxito de Meisl se produjo como seleccionador del fabuloso 'Wunderteam' que hizo historia en el fútbol en los años 30.
El 22 de diciembre de 1912, Hugo Meisl debutó como seleccionador nacional de la república alpina, con apenas 31 años de edad. Y resultó un estreno victorioso, ya que su equipo se impuso a un duro rival, Italia, por 1-3 en Génova.
"Mantener el balón a ras del césped"
Meisl sólo estuvo dos años escasos al frente de la selección nacional, antes de emprender una campaña de cinco años en el servicio militar durante la I Guerra Mundial. Heinrich Retschury se hizo posteriormente con el timón, pero Meisl mantuvo relativamente un estrecho contacto, y retomó el control en solitario del equipo a comienzos de 1919, a su regreso del conflicto.
El fútbol disfrutó de una época dorada después de la guerra, y Meisl fue uno de los que estaban a favor de la profesionalización del deporte. Desde su puesto de Secretario General, también desempeñó un papel fundamental en la construcción de la selección nacional, junto a su amigo inglés Jimmy Hogan, a quien se le atribuye en gran parte el mérito de traer al continente lo que entonces se conocía como fútbol 'de estilo escocés'. Su filosofía de 'mantener el balón a ras del césped' influyó especialmente a Austria en los años 30 y a los mágicos magiares de Hungría en los años 50 (dos selecciones muy respetadas por su estilo de juego técnico y su fútbol de control).
El Wunderteam austriaco, considerado por la mayoría como la mejor selección de Europa antes de la II Guerra Mundial, nació a principios de la década de 1930. Una victoria por 2-1 sobre Checoslovaquia, el 12 de abril de 1931, iba a dar paso para la selección austriaca a una racha de 14 partidos invicta, consistente en 11 victorias y 3 empates. Esta extraordinaria serie de resultados incluía dos abultadas victorias sobre Alemania, netamente superada por 0-6 en Berlín y por 5-0 en Viena. Sin embargo, tradicionalmente se ha señalado como el punto culminante de esta racha a la goleada endosada a Escocia (5-0) el 16 de mayo de 1931 en Viena, al ser la primera vez que los escoceses probaban el sabor de la derrota en el continente. Hungría también fue humillada con una paliza por 8-2, mientras que Suiza fue barrida en Basilea por 1-8.
Jugando con el Bailarín de Papel
La prolongación de Meisl sobre el césped fue el mágico Matthias Sindelar, uno de los mejores futbolistas de su generación y un cerebro genial que movió al equipo hacia el éxito. Apodado der Papierene ("el bailarín de papel") a causa de su aspecto delgado y frágil, y 'el Mozart del fútbol' debido a su virtuosismo, Sindelar, extravagante y de espíritu libre, era el alma de esta selección bien organizada.
La impresionante racha llegó a su fin el 7 de diciembre de 1932, cuando las tropas de Meisl sufrieron su primera derrota en 15 compromisos ante los inventores de este deporte, Inglaterra. Los advenedizos cayeron valientemente por 4-3 en la cuna del fútbol, en el Stamford Bridge londinense. Pero a pesar de la derrota, los austriacos dejaron patente en todo momento su enorme clase y potencial. Fue una irónica vuelta a casa de los métodos británicos de Hogan, y vino a ser un presagio del momento crítico que iba a producirse en 1953, cuando Hungría apabulló a Inglaterra por 6-3.
Austria sólo perdería otro partido hasta las semifinales de la Copa Mundial de la FIFA 1934. Fue el 9 de abril de 1933, cuando cayó derrotada por 2-1 ante Checoslovaquia. Entre abril de 1931 y junio de 1934, el Wunderteam sólo perdió 3 encuentros de 31, en los que marcó 101 goles.
Colándose en la historia
Los días más gloriosos de Austria tenían su cita fijada para la Copa Mundial de la FIFA 1934, en la vecina Italia. Aunque habían pasado algunos años desde que alcanzara su cenit, el Wunderteam confirmó sus serias opciones de ganar la segunda edición de la máxima competición mundialista al sorprender a los anfitriones por 2-4 en vísperas de la fase final, en un amistoso disputado en el flamante nuevo Stadio Mussolini de Turín.
Dado su increíble momento de forma, la selección de Meisl, como era lógico, acudió a la fase final rodeada de una gran expectación, pero no iba a gozar de demasiada fortuna en el conjunto de la competición. Tras ganar 3-2 a Francia después de una prórroga en Turín, Austria eliminó a Hungría en cuartos de final, al imponerse por 2-1 en Bolonia, estableciendo un duelo en semifinales contra el anfitrión, Italia, en el milanés estadio de San Siro. El encuentro contra Hungría, especialmente brusco, llevó a Meisl a calificarlo como "una reyerta, no un partido de fútbol", y su selección iba a lamentar las secuelas de las lesiones sufridas allí.
Antes de la semifinal contra Italia, a la que entrenaba su viejo amigo y compañero de innovaciones Vittorio Pozzo, Meisl aseveró: "No tenemos ninguna opción". Entonces, como si hubiera estado aguardando su momento, el cielo se abrió y un auténtico diluvio empantanó la cancha. Las condiciones meteorológicas fueron un enorme varapalo para los cansados austriacos, que gustaban de jugar con balones rasos, como lo fue también la baja de un auténtico pulmón como Johann Horvath. Y aunque Austria dispuso de una cantidad considerable de ocasiones (algunas crónicas señalan que el guardameta italiano, Giampiero Combi, salvó casi dos docenas de disparos), el golazzurro del 1-0, marcado por Enrico Guaita en el minuto 10, se mantuvo hasta el final. De ese modo, Meisl, Sindelar y el Wunderteam no llegarían nunca a consolidar realmente su categoría en la historia de la Copa Mundial de la FIFA.
Dos años más tarde, Austria llegó a la final de los Juegos Olímpicos de Berlín 1936. Sin embargo, una vez más, Italia se cruzó en el camino de Meisl y sus hombres. La final, que concluyó con una derrota por 2-1, sigue siendo hasta la fecha la única ocasión en la que Austria ha alcanzado el último partido de una gran competición futbolística internacional.
El 24 de enero de 1937, Hugo Meisl se sentó en el banquillo de Austria por última vez. Y su equipo le brindó un triunfo como regalo de despedida, al vencer a Francia por 1-2 en París. Apenas unas semanas después, Hugo Meisl falleció a los 55 años de edad. Ningún seleccionador nacional austriaco ha sido capaz de reproducir su enorme éxito, y el posterior Anschluss ("Anexión") alemán destruyó gran parte de lo que este gran hombre había creado en la selección austriaca (incluido der Papierene Sindelar, que falleció en misteriosas circunstancias al poco de comenzar la ocupación nazi). Fue un rápido y trágico final para un bello cuento vienés.
Tácticas
Las ideas tácticas sobre fútbol de Jimmy Hogan tuvieron poca aceptación en su Inglaterra natal, pero este hombre fue recibido con los brazos abiertos, como entrenador y como estratega, en Austria, Hungría y Alemania, entre otros lugares. Uno de los primeros que adoptó el estilo de pases cortos de Hogan fue Hugo Meisl. El directivo austriaco de fútbol y Hogan adaptaron sus ideas sobre la cancha, dando un énfasis sin precedentes al medio centro creativo en el esquema 2-3-5, dispuesto en 'W-M'. El Wunderteam austriaco fue un paso importante entre las ideas vanguardistas de los ingleses Herbert Chapman y Jimmy Hogan y la Italia de Vittorio Pozzo, dos veces campeona de la Copa Mundial de la FIFA.











































































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Jock Stein

Jock Stein empezó su trayectoria como jugador en 1942 defendiendo a los Albion Rovers de la segunda división escocesa en la posición de mediocentro. En 1948, los Rovers consiguieron acesso a la primera división nacional. Después de una breve estancia en el Lianelli Town fue fichado por el Celtic de Glasgow en 1951. En 1954, Stein ayudó al club a romber una racha de 16 años sin títulos nacionales. En ese mismo año, fue seleccionado para participar en el Mundial de 1954 y vio desde el banquillo la eliminación de Escocia ante Uruguay por 7 a 0. En 1956, Stein dejó el fútbol como jugador debido a una lesión.

En 1960, Jock Stein se estrena como entrenador en el Dunfermline con la misión de evitar el descenso de categoría. Stein consiguió alcanzar el objetivo y además consigue su primer trofeo de su carrera como entrenador al batir el Celtic en la final de la Copa de Escocia de 1961 por dos a cero. En 1964, Stein ficha por el Hibernian y al año siguiente llega al Celtic.

En el club de Glasgow, Stein permanecería hasta 1978, en este período conseguiría nueves títulos nacionales consecutivos de 1966 a 1974. Este hecho sólo sería igualado por sus arquirivales Rangers en 1997. Pero la guinda del pastel fue la Copa de Europa de 1967.

El Celtic tenía un equipo bastante técnico y se enfrentaría al favorito Internazionale de Milán, propietario de los títulos de 1964 y 1965 y semifinalista de 1966. El partido fue disputado en Lisboa y los escoceses retomaron y ganaron por 2 a 1. Este equipo entrenado por Jock Stein consagró jugadores como Jinky Johnstone, Bobby Lennox y Bobby Murdoch. Aquello que actuaron en la final fueron llamados de Leones de Lisboa (Lisbon Lions) y una de las tribunas del estadio del Celtic está dedicada a esos héroes. Ésta fue, además, la primera conquista del Reino Unido en el primer certamen de clubs del continente. En 1970, nueva final de la Copa de Europa, sin embargo fueron los holandeses del Feyernood quien levantaron el trofeo.

Tras dejar el Celtic de Glasgow en 1978, Jock Stein asumió la dirección del Leeds United, pero su estancia en el club inglés duró solamente 45 días. Una invitación para conducir a la selección nacional fue aceptada de inmediato. En el mando de Escocia, Stein disputó el Mundial de 1982 en el mismo grupo de Brasil. La eliminación vendría aún en la primera fase por diferencia de goles con la antigua Unión Soviética. En la fase de clasificación para el Mundial de 1986, Escocia se enfrentaba a Gales en Cardiff con buenas condiciones de conseguir plaza para el certamen mundialista. Tras el empate por 1 a 1, Jock Stein sufrió un ataque cardíaco mortal dando su último adiós al mundo del fútbol. Su asistente era Alex Ferguson, hoy entrenador del Manchester United. "Estábamos tan excitados con el partidos que no vimos que Jock se encontraba mal", diría más tarde Ferguson, que dirigió a Escocia en el Mundial de 1986 y asumiría el cargo de entrenador en el Manchester ese mismo año.

Al lado de Bill Shankly, Matt Busby y Alex Ferguson, Jock Stein forma un cuarteto de entrenadores escoceses de renombre internacional. Tras la conquista de Europa en 1967 con el Celtic, Bill Shankly dijo a Stein: "Ahora ya eres un inmortal".

Ao lado de Bill Shankly, Matt Busby e Alex Ferguson, Jock Stein forma um quarteto de treinadores escoceses de renome internacional. Após a conquista da Europa em 1967 com o Celtic Bill Shankly disse à Stein: “Você agora é um imortal”.


Tributo a Jock Stein

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Alberto Batteux: 

el padre del football champagne

La historia de Albert Batteux es extraordinaria, en el sentido propio de la palabra. Además de una gran historia, en el sentido noble de la palabra. El padre del football champagne, nacido en Reims, ve su bella historia empezar como una aventura: centrocampista ofensivo del Reims, celebra conchampagne la Copa de Francia 1950, su segundo título tras la Liga de 1949, cuando el presidente Henri Germain, le nombra entrenador, en un acto reflejo a la dimisión de Roessler, quien deja el Stade de Reims para intentar un nuevo reto con el Olympique de Marseille. Henri Roessler no podrá cumplir su reto. A partir de ese día, el Stade de Reims de Batteux y Kopa dominará el fútbol francés y será con el Real Madrid y el Santos uno de los mejores equipos de la época.

El nuevo entrenador Albert Batteux, saboreaba el champagneen su Copa de Francia y no sabía aún que sería el mejor entrenador de la historia de Francia, el inspirador del fútbol ofensivo, creativo y espectacular, el apóstol del juego de fútbol, del fútbol de juego, el reconocido defensor del juego corto y preciso, de la técnica, de la pared y del regate...

... Cuando el estratega y astro del Reims de los 50, Raymond Kopa, era acusado por la prensa de regatear demasiado, le dijo: "EL DÍA QUE NO DRIBLES MÁS TE ECHO"...

Albert Batteux y Kopa consideraban que el regate era una arma básica para obtener la superioridad numérica en ataque. Albert Batteux convencía los más irreductibles con sus ideas. Era convencido que el juego era la base del éxito, y la nobleza del fútbol. EN UNA DE SUS CONFERENCIAS ANTE JÓVENES HOSTILES Y SENTADOS, FUE SALUDADO CON UNA EMOCIONANTE OVACIÓN, DE PIE.

Albert Batteux, entrenador del equipo de Francia y de Reims a la vez, consideraba importante transmitir en conferencias y medios su pasión y combate para el fútbol creativo, y escribía regularmente en la revistas más prestigiosa, el Miroir du Football o France Football, donde defendía el ataque y DENUNCIABA LA FALTA TÁCTICA, EL TIRO LIBRE, EL PENALTY... QUE FAVORECEN AL INFRACTOR, ADEMÁS DE LA VIOLENCIA Y DE TODA FALTA AL RESPETO DEL FAIR PLAY.

Muy pronto el fútbol del Stade de Reims se convertiría en el FÚTBOL CHAMPAGNE. Reims es la capital del champagne y fue natural para los cronistas comparar las burbujas del famoso néctar y su consiguiente alegría, con los pases, regates y artes y los consiguientes placeres del público de champagne y de toda Francia, al ver tal espectáculo, escrito por Albert Batteux e interpretado por Lucien Muller, Just Fontaine, Raymond Kopa, Roger Piantoni y Jean Vincent... un increíble cinco de ataque.

Era un reto ir a contracorriente de un fútbol que se preparaba ya al catenaccio. Por ejemplo, el corner "à la rémoise" (a la manera del Reims) provocaba estupor, sorpresa y hasta risas. En el Reims no se tiraban córners lotería al área, sino que se hacía un pase cortito para luego elaborar una nueva acción de juego a pases cortos... EN EL REIMS... DE LOTERÍA, NADA... JUEGO... SÍ.
El Reims Football Champagne de Batteux ganó los championnats de 1953, 1955, 1958, 1960 y 1962, la Copa de Francia de 1958, la Copa Latina, madre de la Copa de Europa, en 1953, 3-0 contra el mejor Milán de la historia. Fue finalista de la primera Copa de Europa, que perdió 4-3 contra el Real Madrid en 1956, tras ganar 3-2 a 17 minutos del final, y repitió derrota en la final 1959 ante el mismo rival, donde jugaba Kopa, esta vez sin excusas. Tras el fin de un ciclo, Albert Batteux se fue al St Etienne. Allí, con sus ideas de siempre, plantó las bases del gran St Etienne de los años 70. Al pase del pase corto y del juego, ganó las ligas de 1968, 1969 y 1970 y las copas de 1968 y 1970.

Con el equipo de Francia, la aventura Batteux del Mundial 1958 fue maravillosa. Nadie se interesaba a un equipo de Francia poco efectivo los años anteriores y otra vez operó el milagro del juego creativo y ofensivo, el espíritu Batteux. Francia dio la sorpresa. Marcó goles sin reposo, 23 en 6 partidos, con Fontaine recordman artillero absoluto de los Mundiales, con 13. En la semifinal con el favorito Brasil, Vavá marca a los dos minutos, pero Fontaine empata a los 9. A los 29 llega el drama, Jonquet se rompe la pierna y no puede moverse más. Francia, a 10 contra 11 no podrá con los goles de Pelé. Esta Francia de Batteux, Kopa, Fontaine, Piantoni, tercera del Mundial 58, es muchas veces considerada mejor que la campeona 1998.

El pasado 28 de febrero de 2003, Albert Batteux abandonó el bello espectáculo del fútbol, del juego y de la vida, a los 83 años.

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Bela Guttmann

Hungría, post-guerra. MTK Budapest, Ferencvaros, Ujpest y Honved juegan la liga más competitiva y bella de Europa. Allí nació este maravilloso equipo nacional húngaro, imbatido durante más de 4 años entre 1949 y 1954, con Puskas, Hidegkuti, Czibor, Kocsis, Bozsik y compañía. Este equipo que ganó 6-3 a Inglaterra en Wembley y 7-1 en la revancha en Budapest, los mismos que protagonizaron la derrota menos esperada en la final del Mundial de 1954, ante Alemania. La cultura del bonito juego húngaro era natural en este mediocentro. Entrenador, ya era su segunda piel ... Entrenador del Honved, se enfrentó a Puskas. En los vestuarios, renunció. Así de simple, así se fue y así empezó la magnifica carrera de entrenador trotamundo de Bela Guttmann...


Su estilo ofensivo y colectivo reinó en dos décadas, 50 y 60, varios países, clubes y en dos continentes. Donde llegó el equipo se transformó y ganó... Tras su salida de Hungría hace campeón al Enschede holandés (actual FC Twente). Luego, hace campeón el AC Milan en 1954-1955. Al año seguido, vuela al socorro del fútbol uruguayo y es campeón con el Peñarol y con goles. Al año siguiente, 1957, hace otra apuesta, esta vez en Brasil, con el Sao Paulo. Bela Guttmann pone una condición: fichar a Zizinho, Mestre Ziza, 35 años, el jugador que encarnó el futebol arte en Brasil, el modelo e ídolo de Pelé... Sao Paulo campeón.


Bela Guttmann vuela para sus últimos grandes retos, destino Portugal, primero Oporto, una escala, el tiempo de hacer campeón a los dragones. Lisboa... En la barbería, haciéndose guapo para el Benfica, pura casualidad, se sienta al lado del técnico del Sao Paulo, Bauer, ex-mundialista en 1950 y 1954. Éste le cuenta que ha visto una perla en Mozambique. Bela Guttmann manda un emisario y en unos días, a final de 1960, el jovencísimo Eusebio Ferreira llega a Lisboa.


Final del Torneo de París, 1961. Bela Guttmann, se desespera contra el Santos de Pelé que gana 3-0 a la media parte... A 20 minutos del final, saca a la "Pantera Negra". Eusebio marca tres goles seguidos ante la mirada atónita del Rey Pelé. Éste, enfadado, marca entonces sus primeros dos tantos. El Santos se lleva el prestigioso torneo por 6 a 3. France Football titula "Eusebio 3, Pelé 2".


Bela Guttmann y Eusebio, además de dominar el campeonato portugués, harán del Benfica el mejor equipo de Europa en los 60. Fue el apogeo y final feliz de la gran historia de Bela Guttmann el mejor entrenador trotamundo que conoció el globo. Quizás el mejor entrenador sencillamente. Murió a los 81 años en 1981, había nacido en 1900, con el siglo del bonito fútbol, el fútbol de ataque, de los 5-4, 4-3 Ó 6-3.... no el de los 5-4-1 o 5-5-0.


Bela Guttmann decía a Eusebio y a sus jugadores: "metemos tres goles y ya veremos"... Hoy en día los entrenadores dicen: "no encajemos ningún gol y después... también".





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1. Rinus Michels (1965-1992). 

Nacionalidad: Holandés.

El que revolucionó el fútbol. Hay quienes dicen que el fútbol moderno nació cuando Hungría goleó a Inglaterra en Wembley en 1953 por 8-2. Pero el fútbol cambió totalmente cuando Rinus Michels comenzó a dirigir. El fútbol es uno y antes y después de su deslumbrante naranja mecánica. Como delantero tuvo una carrera discreta, jugó para el Ajax toda su vida. Tomó sus características de personalidad: liderazgo, inteligencia, y disciplina combinándolas con su filosofía de fútbol ofensivo, y teniendo como base el postulado del fútbol húngaro de los 50, socialismo aplicado al fútbol: TODOS ATACAN Y TODOS DEFIENDEN. Tomó al Ajax, con el cual comenzó a poner en práctica su llamado "fútbol total" que consistía en un estilo innovador, ofensivo, en el cual un jugador podía desempeñar cualquier posición, modificarla y ser relevado por otro jugador en esa misma posición (ejemplo: si un medio es ordenado por Michels convertirse en delantero, otro jugador tendrá que ocupar la posición de ese jugador que cambió su posición). Con esto, Michels garantizaba que toda la cancha estuviese ocupada por uno de sus elementos. No había una formación básica, pues esta cambiaba a menudo y confundía al estratega opuesto. También el fútbol total comprendía jugar la pelota a ras de suelo, pasarla cuanta cantidad de veces sea necesario, la trampa del fuera de lugar la cual perfeccionó, y un aspecto importante: el delantero es el primer defensa del equipo, y el defensa el primer atacante. Con estos conceptos, Michels convirtió al Ajax en el gran equipo europeo de los 70, llevándolo a ganar 1 Copa de Europa. Dirigió al Barcelona al mismo tiempo que a la selección holandesa en el Copa del Mundo de 1974 en Alemania, con el Barcelona ganó todo e introdujo un estilo de juego que han seguido todos los entrenadores blaugranas posteriores (Menotti, Rexach, Cryuff, Van Gaal, Rikjaard, Guardiola).

Se encargó de deslumbrar a todos con su fútbol innovador y propositivo. Cuando el mundo boquiabierto lo admiraba golear a Argentina y vencer claramente a Brasil, terminó cayendo injustamente en la final ante Alemania a pesar de desplegar lo mejor de su fútbol. Posteriormente dirigió al Colonia en Alemania donde logró ganar la Copa Alemana, y regresó para 1984 volver a dirigir a Holanda. Para la Eurocopa de 1988 volvió a inculcar su estilo en una nueva generación de futbolistas comandados por Marco van Bastan, y gracias a un inolvidable gol suyo en la final contra la URSS, logró el único gran éxito del fútbol holandés. Se dice que tenía gran sentido del humor, y que era una extraordinaria y apacible persona. Murió en el 2005 víctima del cáncer, pero el fútbol a menudo lo recuerda en donde sea en donde se practique un fútbol ofensivo, vistoso, con intensión de brindar espectáculo pero por sobre todo, de divertirse y divertirnos a todos: por que eso es lo que es al fin y al cabo, un espectáculo, un juego.
Equipos dirigidos: Ajax, Barcelona, Holanda, Aztecas de los Angeles, 1 Fn Köln, Bayer Leverkusen.Títulos: 5 ligas (4 con el Ajax, 1 con el Barcelona), 1 Copa de Europa con el Ajax (1971), 3 Copas de Holanda con el Ajax, 1 Copa de Alemania con el Köln, 1 Copa del Rey con el Barcelona, 1 Copa de Ferias (Copa UEFA) con el Barcelona, 1 Subcampeonato de Copa de Europa con el Ajax (1999), 1 Subcampeonato de Copa del Mundo de la FIFA con Holanda (1974), 1 Copa Europea de Naciones con Holanda (1988).


Mención honorífica:
.Carlo Ancelotti: actual entrenador del Milan que ha logrado estar más de 10 años en el cargo y ha ganado la Liga de Campeones de Europa dos ocasiones a parte de varios títulos de liga y copa, todos basados en el viejo estilo del catenaccio. 
.Rafael Benítez: actual entrenador del Liverpool, empezó en el Valencia con el cual ganó la liga dos veces y la Copa de la UEFA. Pasó al Liverpool con el cual ganó una Liga de Campeones en una inolvidable final contra el mismo Milan de Ancelotti, y 1 F.A. Cup en otra imborrable final contra el West Ham.
.Franz Beckhenbauer: gran defensa central, uno de los grandes jugadores de los tiempos. Como entrenador su carrera también tuvo éxitos notables. Campeón de liga y de copa con el Bayern Munich a parte de llevar a Alemania a dos finales consecutivas de la Copa del Mundo, perdiendo 1 (1986),  y ganando la otra (1990.). 
.Mario Zagallo: única persona junto a Franz Beckhenbauer que ha ganado el mundial como jugador y entrenador. Es el responsable del inolvidable Brasil de 1970 que teniendo a Pelé como figura central ganó el mundial de México. Clasificó a los Emiratos Árabes Unidos para el mundial de Italia 1990 y regresó a Brasil para el 1998 donde perdería la final del mundial contra Francia.
.Vicente del Bósque: fue un defensa emblemático del Real Madrid. Lo tomó en el año 2000 y de ahí comenzaría su historia de éxito con la época "pre-galáctica". Con un equipo en donde figuraban Raúl, Luis Figo, Zinedine Zidane, Fernando Hierro, Santiago Solario, Roberto Carlos entre otros ganó 2 ligas, 1 Liga de Campeones de Europa con aquel inolvidable gol de Zidane, 1 Intercontinental, 2 Supercopas de España y  1 Supercopa de Europa. Hoy dirige a la selección española.
.José Mourinho: nunca jugó al fútbol profesionalmente. Siempre quiso ser entrenador, empezó en Portugal, llegaría al Porto con cual ganó todo: 3 ligas, 1 Copa de la UEFA y 1 Liga de Campeones fueron sus éxitos más importantes. Pasó al Chelsea al cual revolucionó y convirtió en el gran equipo de los últimos años. Ganó 2 ligas, 2 F.A. Cups, pero nunca pudo con la Champions. Hoy dirige al Inter y está cerca de hacerlo campeón de Italia.
.Arrigo Sacchi: defensa central como jugador, también usó el catenaccio para basar su juego. Pero lo hizo con un toque de estilo y calidad diferente. Su Milán, al cual dirigió desde 1988 hasta 1994 es considerado uno de los grandes equipos de la historia. Junto a van Basten, Baresi, Rikjaard, Maldini, Gulit, y compañía ganó todo en más de 1 ocasión. Dirigió a Italia en el Mundial de EUA en 1994 al cual llevó a la final que perdió contra Brasil.
.Arsene Wenger: Gran impulsor de las fuerzas básicas. Fútbol dinámico y ofensivo a parte de ser un excelente fomentador de jóvenes futbolistas. Casi no jugó profesionalmente y estudió ingeniería y una maestría en economía. Empezó con el Strasburgo con el cual ganó 1 liga, luego repitió con el Mónaco, y con el Arsenal ha ganado todo en más de 3 ocasiones dentro de su país, pero sigue pendiente un torneo europeo el cual se le ha negado. Llegó a las finales de la UEFA y de la Champions en 2000 y 2006 respectivamente. 
.Miguel Muñoz: Emblemático jugador del Real Madrid, tuvo realmente sólo ojos para el equipo merengue. Ganó todo con el Real Madrid, desde 9 ligas, 1 Copa de Europa, y 1 Copa Intercontinental. Dirigió las últimas andanzas del mítico equipo de Gento, Puskas y Di Stefano.
.José Nestor Pekerman: junto a van Gaal y Wenger, el mejor entrenador de juveniles en el mundo. Tuvo una carrera discreta como jugador. Durante 15 años tuvo a su cargo las selecciones juveniles argentinas de las cuales salieron nombres como Sorín, Cambiasso, Maxi Rodríguez, Saviola, Crespo, entre otros que hoy son figuras mundiales. Alcanzó el 3er lugar en el mundial sub-17 de 1993 con Argentina, y luego ganó 3 Mundiales sub-20 (1995, 1997, 2001). Dirigió a Argentina en el Mundial de Alemania 2006.
.Marcello Lippi: fue defensa central durante su época como jugador, también enormemente influenciado por el catenaccio de Helenio Herrera. Hizo inmortal a la Juventus, con la cual ganó ligas, Copas de Europa, y Copas Intercontinentales en un lapso de 5 años. Ganó el Mundial de 2006 de Alemania dirigiendo a Italia. 
.Leo Beenhakker: Saltó al Real Madrid en las épocas doradas de la quinta del buitre, entrenó a Hugo Sánchez con el cual salió peleado. Aún así ganó 3 ligas con el conjunto merengue a parte de 1 Copa del Rey. Luego ganó 2 ligas y 1 Copa de Holanda con el Ajax. Vino a México con el América en par de ocasiones y logró clasificar a la modesta Trinidad y Tobago al Mundial de Alemania 2006 sacando un empate contra Suecia.





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Ernst Happel (VienaAustria29 de noviembre de 1925 - † 14 de noviembre de 1992), fue un futbolista y entrenador austríaco, considerado como uno de los mejores estrategas del fútbol europeo.



Happel nació en Viena, y desde 1943 empieza su carrera de futbolista, en el Rapid Viena. En esos años, tanto Austria como casi toda Europa estaba sumida en la Segunda Guerra Mundial, y el fútbol pasaba a segundo plano.
Sin embargo, en sus once años en el Rapid, no pasaron desapercibidos. Para nada, ya que gracias a su carrera cimentó los primeros pasos de sus futuros éxitos como entrenador. En las filas del Rapid logró cinco Ligas austriacas, aparte de una Copa Mitropa.
Posteriormente jugó en el Racing Club de París, aunque solamente duró dos años, pero siguió demostrando su calidad en cancha.
Acabó jugando de nuevo en el Rapid Viena, donde se retiró en 1959.
Como internacional con su selección jugó en 51 partidos, anotando 5 goles.

[editar]Como entrenador

Tras su retirada se formó como entrenador, pero su debut desde el banquillo tuvo que esperar 3 años.
En 1962, llegó a Holanda. Primero fue el ADO Den Haag, dándole hasta ahora, su gran logro nacional: la Copa de los Países Bajos.
Desde 1968, dirigió los destinos del Feyenoord Rotterdam. La primera temporada fue buena, ganando la Copa holandesa, pero la siguiente, mejor. Logró la primera y única Copa de Europa del club, en 1970, junto con la Copa Intercontinental. La siguiente campaña (1970/71), logró la Liga holandesa.
Después pasó por varios clubes, de los que se cuentan el Sevilla FC, el Club Brujas (con el que de nuevo llegó a una final de Copa europea, pero perdió ante el Liverpool); el SWI HarelbekeStandard LiègeHamburger SV (donde ganó de nuevo el máximo trofeo europeo de clubes) y el FC Tirol Innsbruck, último equipo de fútbol de su carrera de entrenador.
Además, entrenó a la selección de Holanda durante la Copa Mundial de Fútbol de 1978 y su selección nacional, en 1992.
Finalmente, siendo víctima de cáncer, falleció en 1992, con 66 años.

El estadio Ernst Happel Stadion, en memoria del fallecido entrenador

El homenaje

En 1992, año de su fallecimiento, el Praterstadion se pasó a llamar Ernst Happel Stadion. Este estadio se utilizó para la final de la Liga de Campeones de la temporada 1994/95, donde ganó el Ajax Ámsterdam al AC Milan. Además, albergó la final de la Eurocopa 2008en la que venció España a Alemania por 1-0.

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Vittorio Pozzo..

Vittorio Pozzo, Italy

El Viejo Maestro ayudó a construir el fútbol italiano

En un brillante período de cuatro años, Vittorio Pozzo condujo a la selección italiana al triunfo en dos Copas Mundiales de la FIFA y a la conquista de una medalla olímpica, consolidándose como uno de los mejores entrenadores de la historia del fútbol. Il Vecchio Maestro ('el viejo maestro') no sólo construyó un conjunto equiparable a cualquiera de la primera mitad del siglo XX, sino que también fue una figura central en el establecimiento de muchas de las características tradicionales del fútbol italiano: un duro pragmatismo combinado con una sofisticada precisión.
Conocido como un mago de la táctica, Pozzo también fue un líder de éxito. Autoritario, pero paternalista y atento, exigía que sus jugadores pagasen cualquier precio para conseguir una victoria de los Azzurri, incluso aunque muchos de sus pupilos no fueran italianos. El Commissario Tecnico y su equipo de 1934 se impusieron como anfitriones ante un país entero (por no mencionar al dictador fascista Benito Mussolini) que contemplaba todos sus movimientos. Si bien la suerte le acompañó, su actuación estuvo marcada por una voluntad de acero. No obstante, la extraordinaria selección de Francia 38 supuso la auténtica culminación de la visión futbolística de Pozzo.
Se impone una visión
El audaz y joven Pozzo, anglófilo impenitente, descubrió el fútbol cuando estudiaba en Inglaterra. Después de conducir a los equipos italianos a los Juegos Olímpicos de 1912 y 1928 en Estocolmo y París -en la segunda ocasión ganarían una medalla de plata-, Pozzo fue uno de los primeros seleccionadores absolutos de los Azzurri que no tuvo que seguir los dictados de un comité técnico, en 1929.
En la segunda edición de la Copa Mundial de la FIFA, en 1934, los anfitriones iban bien encaminados tras superar sin problemas a Grecia (4-0 en la competición preliminar) y a Estados Unidos (7-1 en la primera ronda), pero un reñido choque de cuartos de final ante España no pudo dirimirse tras 120 minutos de juego, que terminaron 1-1, y se ordenó una repetición del encuentro al día siguiente. Cuatro jugadores italianos y siete españoles causaron baja, entre ellos el gran guardameta español Ricardo Zamora, y el legendario interior derecho Giuseppe Meazza acabó siendo decisivo con el único gol de un duelo relativamente mortecino.
Un encuentro de semifinales de altos vuelos ante Austria, otra favorita del torneo, acabó siendo deslucido. En un terreno de juego embarrado, lo único que separó a ambos equipos fue un dudoso gol en el minuto 10 por parte de uno de los muchosoriundi (italianos nacidos en Sudamérica) del combinado transalpino, Enrico Guaita. El medio centro creativo de Pozzo, Luisito Monti -otro oriundi, que disputó con Argentina la final de la Copa Mundial de la FIFA 1930- tuvo una actuación excelente, adelantándose a los ataques de un Wunderteam ya entrado en años, a cuyo frente estaba Hugo Meisl, amigo y rival de Pozzo.
En la final, Italia se midió a una hábil selección checa, que se adelantó en el minuto 70 y pudo haberse llevado el trofeo con todo merecimiento. Sin embargo, motivados de forma tan brillante como siempre por Pozzo, los anfitriones lograron la victoria casi únicamente con su fuerza de voluntad. Otro oriundi, Raimondo Orsi, igualó el partido en el minuto 81 mediante un espectacular remate con efecto. En la prórroga, Meazza estaba cojeando y se dedicaba a merodear en solitario, hasta que recibió un pase de Guaita desde un extremo. El centrocampista del Roma cedió el balón para Angelo Schiavio, quien sólo tuvo que introducirlo en la portería a los cinco minutos de la prolongación.
Entre las grandilocuentes celebraciones de Italia, aupado a hombros de sus jugadores, Pozzo sentía sin duda tanta alegría como alivio. A pesar de serle otorgado el título deCommendatore por la grandeza en su profesión tras el torneo, Pozzo dejó claro que aún le quedaba mucho por hacer hasta construir el equipo que quería.
Jugar su fútbol
Después de conquistar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1936, Pozzo e Italia figuraban entre los candidatos al título en 1938, aunque la plantilla era casi totalmente distinta a la de cuatro años antes. Más refinado y técnico, el equipo giraba ahora por completo en torno a los interiores Meazza (ahora capitán) y Giovanni Ferrari, dos de los tres futbolistas que actuaron en las dos finales (el otro fue Eraldo Monzeglio). Acompañándolos en punta, Pozzo había situado al mortífero tándem que formaban el delantero Silvio Piola y el extremo Gino Colaussi, que marcarían cinco y cuatro goles respectivamente en el torneo.
El partido más complicado de Italia en el evento de 1938 sería el de la primera ronda, ante una entregada Noruega. Piola logró el gol de la victoria en la prórroga, y Pozzo modificó el equipo para afrontar el complicado choque de la segunda ronda ante Francia en París. Como de costumbre, 'el maestro' estuvo acertado, y el país organizador quedó eliminado con dos goles de Piola. En semifinales, el seleccionador brasileño, Ademar Pimenta, tomó una decisión que se recordaría, al dejar en el banquillo a su pareja atacante titular, Leônidas y Tim, y acabó pagándolo al recibir un 2-1 a manos de una imparable Italia.
Los hombres de Pozzo, afortunados cuatro años antes en la final, le robaron el protagonismo a Hungría en Francia. Abrieron el marcador en el minuto 6 con una jugada fluida, que abarcó todo el campo y culminó en un tanto de Colaussi. El empate de Pal Titkos contuvo la marea italiana, aunque sólo momentáneamente. Meazza dio en bandeja sendos goles a Piola y Colaussi antes del descanso. El estilo más pausado y las tácticas anticuadas de los húngaros quedaron cruelmente en evidencia ante losAzzurri.
Gyorgy Sarosi recortó distancias para los magiares, pero Amedeo Biavati asistió de tacón a Piola, máximo goleador italiano de todos los tiempos, quien, a falta de ocho minutos, perforó la red con un potente zurdazo. Pozzo y sus muchachos, que no gozaban del favor de los hinchas franceses y de los italianos que había entre el público, lo celebraron de forma más íntima que cuatro años atrás. Pero el rostro de Pozzo reflejaba una completa satisfacción.
El exigente entrenador y sus devotos jugadores habían inscrito su nombre en los libros de los récords al convertirse en los primeros que defendían con éxito su título en la Copa Mundial de la FIFA, y también al ganarlo en otro país. Pero la guerra se cernía sobre el horizonte, y Pozzo y sus hombres no tuvieron nunca la oportunidad de repetir, ya que no se jugaría otro torneo en 12 años.
Sobreponiéndose a las vicisitudes sociales y políticas, Pozzo siguió al frente de losAzzurri hasta el verano de 1948, cuando se retiró, a la edad de 62 años. En total, registró 64 victorias, 17 empates y 16 derrotas con la selección a lo largo de su carrera, que se prolongó durante 21 años. Los 64 triunfos y sus 97 partidos en el banquillo constituyen récords nacionales en Italia.
Retomó su profesión de periodista después de retirarse, pero su prestigio como técnico se vio comprometido por lo que muchos vieron como una capitulación ante el régimen fascista de Mussolini. Acabaría haciéndose olvidar regresando a su amada Turín, y murió en 1968, cuatro días antes de Navidad. Figura popular o no, Pozzo ocupa un lugar en la historia de la Copa Mundial de la FIFA junto con su equipo.
Tácticas Al ver en Inglaterra al medio centro del Manchester United Charlie Roberts, Pozzo quedó embelesado con la idea de un sistema con dos centrales y un medio organizador. Inspirándose en el austríaco Hugo Meisl, Pozzo desarrolló su propia táctica, conocida como 'el método'. Los equipos de Pozzo se caracterizaban por confiar menos en el medio centro y más en los interiores, Giuseppe Meazza y Giovanni Ferrari, para perforar las defensas, combinando así las formaciones 2-3-5 y W-M que se utilizaban antes. En los años 1940, el medio centro se convirtió en un tapón, y a la estrategia se le llamó 'el sistema'. El nuevo estilo fue el abuelo de la defensa inflexible y los rápidos contragolpes típicos del juego italiano, y acabó resultado útil en un fútbol internacional cada vez más acelerado.

"Vittorio Pozzo se encontró al frente de la selección sin ser ni un entrenador de profesión ni un alto cargo del deporte, sino simplemente un piamontés ciegamente convencido de las virtudes de su tierra; un hombre para quien la palabra sagrada era "trabajo". Era oficial de los Alpini (Cazadores de Montaña) en pleno régimen fascista. Le gustaba que los trenes llegaran en punto, pero no soportaba los actos de violencia armada".
Giorgio Bocca, escritor italiano
"Vittorio Pozzo consiguió dirigir la selección manteniéndola bastante alejada de las presiones del régimen, que quería hacer de ella un instrumento de propaganda. Pozzo nunca pretendió ser antifascista, pero tampoco se dejó instrumentalizar demasiado por el poder. Tal vez esa reserva era la única forma de evitar que su equipo se convirtiera en la selección de Mussolini".
Gianpaolo Ormezzano, escritor italiano



¿Sabías que...?

  • -Muchos de los jugadores cercanos a Pozzo eran del club de su ciudad, el Torino. El equipo falleció en un trágico accidente aéreo en 1949.

    -Cuando Vittorio Pozzo dejó su puesto de directivo de Pirelli para dirigir a la selección italiana, puso la condición de que no le pagasen. 
    -Pozzo ordenó que el autobús de Italia volviese al hotel cuando la afición lo bloqueó camino de la final mundialista de 1938 contra Hungría. 



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Entrenadores de leyenda... Enzo Bearzot

Enzo Bearzot/ lainformacion.com/ AP

El reciente fallecimiento de Enzo Bearzot, desaparecido el pasado mes de diciembre con 83 años, ha hecho correr litros y litros de tinta para recordar la historia de un hombre que devolvió a Italia a la élite del fútbol mundial y que acabó su carrera deportiva con un palmarés corto pero envidiable.
Antes de ocupar el banquillo, Bearzot desarrolló una prolífica carrera como futbolista durante las décadas de los 50 y 60. Tras dos temporadas en el Pro Gorizia, equipo de la segunda división italiana en el que debutó, en 1948 le llegó la oportunidad de su vida. ElInter de Milán centró sus miradas en él gracias a su buen hacer en el centro del campo. Como buen italiano, con un corte defensivo contundente. Tras un paso poco lucido por la 'squadra neroazzurra', donde sólo disputó 19 partidos en tres años, el Catania de la Serie B le acogió y allí pudo disfrutar de minutos. En la temporada 1953-54 dejó el club, habiendo logrado un ascenso a la máxima categoría, el primero en la historia del equipo.
El Torino, que fue el club de su vida tal y como él mismo aseguraría años más tarde, le fichó en 1954. Allí jugó durante nueve temporadas, con sólo un año en el que retornó al Inter para volver a desencantarse con los de Milán. Con la camiseta granate del 'Toro' vivió un descenso a la Serie B (temporada 58-59) y de nuevo un ascenso a la temporada siguiente. Con 36 años, después de 17 dedicado al fútbol, decidió colgar las botas y fue entonces cuando empezó su verdadera historia, aquella que es recordada por la mayoría de los aficionados al fútbol. Cuando nació la leyenda.
Se enfundó un chándal, compró una pizarra y sacó su pipa. La misma que le acompañó durante toda su carrera. Sus primeros pasos como entrenador los dio en el juvenil delTorino. Tras ello pasó al AC Prato, de la tercera italiana, y allí continuó adquiriendo experiencia. Un año más tarde se hizo cargo de las categorías inferiores de la selección italiana y en 1975 tomó las riendas de la 'azzurra'. Antes, algo más tapado había estado en los mundiales de 1970 y 1974 como ayudante.
En su llegada al cargo de seleccionador nacional trajo consigo una nueva filosofía de juego y una nueva actitud. En ella primó la defensa a ultranza de sus jugadores, algo que demostró constantemente haciendo caso omiso a las críticas. Ejemplo claro y carismático fue el de Paolo Rossi, al que rescató literalmente de prisión para su proyecto mundialista en 1982.
ESPAÑA 82: Un verano inolvidable
Enzo Bearzot
La convocatoria para el Mundial trajo consigo un aluvión de críticas. Pero Bearzot las acallaría sólo unas semanas después. Tras un inicio menos esperanzador del deseado (tres empates en la primera ronda), Italia se clasificó como segunda de grupo. Un trabajo magistral por parte del técnico, que consiguió que sus jugadores no se vieran afectados por las críticas de la prensa. Convirtió el mítico estadio barcelonés de Sarriá en un búnquer para su selección y como consecuencia logró una victoria tras otra desde la segunda ronda hasta la final.
La primera selección en caer fue la Argentina de Maradona, campeona por aquel entonces, que perdió 2-1Brasil siguió la misma suerte que el combinado albiceleste y sucumbió a la Italia de Bearzot por 3-2Polonia fue la tercera en caer ante Italia, en semifinales por 2-0. El último rival, una gran piedra en el camino: la RFA, que no pudo poner freno a Italia y acabó perdiendo por 3-1. Con este triunfo, la selección encabezada por el ya eterno Bearzot consiguió levantar la Copa del Mundo 40 años después.
Un resurgir 'azzurro' que tuvo dos protagonistas destacados. El primero, indiscutiblemente el propio Enzo Bearzot. Y el segundo, consecuencia directa de su trabajo, el conjunto que disputó el Mundial y al que consiguió unir, estabilizar y mentalizar para ser campeón. Todo ello, con permiso del presidente de la República, Francesco Cossiga, quien no pudo reprimir la emoción y celebró efusivamente el triunfo junto al rey Juan Carlos en el palco del Bernabéu.
Enzo Bearzot
Tras el mundial de México, en 1986, el 'Vecio' dejó su cargo como entrenador tras haber dejado para la historia su récord de 104 partidos al frente del combinado nacional.
Desde entonces, su tiempo decidió dedicarlo a su verdadero gran amor, Luisa, con la que, ineludiblemente, continuó viendo fútbol. Quedó para el recuerdo una persona que supo gestionar como nadie a un grupo de jugadores que pasaron a la historia, pero también el héroe nacional, recordado eternamente por su gesta en ese caluroso verano de 1982 en España.

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Entrenadores de leyenda: Heriberto Herrera

Para recuperar la sección de Entrenadores de leyenda, hoy vamos a intentar presentar al gran público la figura de HH2, os parecera raro pero no me he equivocado al escribirlo, estas son las siglas con las que se conocía a Heriberto Herrera allá por la década de los 60 y 70. Aunque no tan laureado como su homónimo de siglas, fue un entrenador importante.
Antes de empezar su carrera en los banquillos, aquí en España ya se le conocía puesto que, este paraguayo nacido en 1926, militó durante 7 años en la defensa del Atlético de Madrid. Tuvo un retirada del fútbol como jugador bastante dulce ya que compaginó las funciones de jugador y entrenador en un mismo equipo, el Rayo Vallecano. Una vez retirado definitivamente como futbolista se hizo cargo del Tenerife en la temporada 59-60 sustituyendo al destituido Vicente Gimeno.
Es difícil tener tan buen comienzo en los banquillos: sus primeras tres temporadas se saldaron con igual número de ascensos a Primera División: Tenerife, Valladolid y Español los beneficiados. Con Valladolid y Español tiene una anécdota curiosa: antes de concluir la 61-62, donde dirigía a los pucelanos, firmó por el conjunto de Sarrià, que en ese momento militaba en Primera. Lo que no entraba en sus planes era que en su lucha por ascender con los vallisoletanos, en la promoción de ascenso se enfrentara a los pericos. Con gran profesionalismo los mandó a Segunda y al año siguiente los subió de categoría.
Todo esto le vino genial para poder adquirir la potestad en un equipo de la máxima categoría del fútbol español, el Elche C.F. Con los propietarios del Martínez Valero hizo algo extraordinario y todavía no reeditado, los clasificó en quinta posición final, estando en la punta del campeonato durante alguna jornada de esa temporada, la 1963-64.
Todas estas hazañas no pasaron desapercibidas en el resto de Europa y la Juventus, en el verano de 1964 contactó para que fuese su entrenador. Hizo las maletas y con sus pensamientos bajo el brazo se trasladó a Turín. La verdad es que no tuvo una gran acogida entre las estrellas del equipo, Heriberto, no en vano, apodado "Sargento de hierro", sólo creía en la disciplina como principal medicina y eso no sentó nada bien en las "vacas sagradas" del conjunto piamontés. Su obsesión era que sus jugadores mantuvieran una vida ordenada tanto dentro como fuera del campo. Con ese afán de que todos se implicaran en tareas defensivas fue el precursor de lo que más tarde se denominó el "fútbol total", pretendía que sus delanteros hiciesen sacrificios en la recuperación del balón, cosa antes nunca vista
  • Heriberto_Herrera
    Ya en su segunda temporada se avistaron resultados consiguiendo la Copa de Italia y en la 66-67, la Liga. Ese torneo tuvo un final espectacular puesto que la Juventus se presentaba con un gnora
  • Rayo Vallecanopunto de desventaja respecto al líder, el Inter deHelenio Herrera. Los "neroazurri" tenían un teórico fácil enfrentamiento ante el Mantova, pero un terrible error de su guardameta, Sarti, les condenó, junto a la victoria de los "bianconeri" frente a la Lazio. En ese preciso momento se pudo adivinar que HH2 también tenía su pequeño corazón y cuentan que, además de llorar, fue a abrazar a sus jugadores bajo la ducha estando completamente vestido.
Además de por sus éxitos, recordemos que es el entrenador italiano con más apariciones en el banquillo turinés, seguro que los seguidores de la Juventus también le recuerdan como el factor decisivo para la salida del club del gran Omar Sívori, por divergencias entre los dos.
Tras su periplo en la "Vecchia Signora", entrenó a Inter, Sampdoria y Atalanta, aunque éste estaba en la serie B.
De vuelta a España se hizo cargo de Las Palmas, recordado por llevar al equipo al hito de una quinta posición en la Liga. Eso le valió para ir a un equipo mayor como el Valencia, ganándole la partida a entrenadores de la época como Santamaría, Carriega y Muller, pero, a pesar de un excelente comienzo, no tuvo suerte y fue cesado en la vigesimo tercera jornada de su primer temporada. Finalizo sus labores de entrenador después de una trombosis, mientras estaba a cargo del Elche, en Segunda División, ya en la temporada 1978-79. Antes, se encargó de sustituir a Santamaría en el banquillo del Espanyol y salvarlo del descenso. Una vez recuperado de esa trombosis decidió volver a su país y enrolarse en la Federación paraguaya.
En 1996 a la edad de 70 años nos abandonó para siempre. Quizás no fuera un técnico glamouroso, pero era un trabajador nato que con sus ideas defensivas y su concepto de equipo consiguió con equipos muy humildes grandes logros.
Su currículum es el siguiente:
  • 1959-1961 CD Tenerife
  • 1962-1963 RCD Español
  • 1964-1969 Juventus ( 1 Copa de Italia, 1 Liga italiana)
  • 1969-1970 Inter
  • 1971-1973 Sampdoria
  • 1974-1975 Atalanta
  • 1975-1976 Las Palmas
  • 1978 RCD Español
  • 1982 Las Palmas
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Grandes técnicos argentinos: César Luis Menotti



César Luis Menotti nació en Rosario el 7 de noviembre de 1938. Su debut en primera división fue en Rosario Central, en 1960. Entre su debut y su venta a Racing (en 1963), jugó 84 partidos y convirtió 46 goles. También fue el goleador del Canalla durante tres campeonatos seguidos (1961, 1962 y 1963). Su paso por la Academia de Avellaneda no fue demasiado rutilante, pero en 1965 llegó a Boca e integró el equipo campeón de donde brillaron entre otros Silvio Marzolini, Antonio Rattín, el Tanque Alfredo Rojas, y Antonio Roma. En 1967 tuvo un paso por el incipiente fútbol yanqui, jugando para The Generals de Nueva York y al año siguiente pasó al histórico Santos de Pelé donde ganó el campeonato paulista de 1968. Su carrera como jugador terminó en 1969, defendiendo los colores de la Juventus de San Pablo.
César Luis Menotti, delantero de Rosario Central, en una tapa del Gr*fic* de 

principios de los ´60
En la selección nacional solo jugó en 1963. Participó en el Sudamericano de aquel año disputado en Bolivia, donde Argentina se clasificó tercera y también jugó la Copa Roca, que se perdió tras una goleada 5 a 2 en Brasil.
El Flaco explotaría rápidamente su veta como entrenador. Sus primeros pasos los dio como ayudante de Miguel Antonio “El Gitano” Juárez, otra gloria canalla. Paradójicamente este tándem dirigió a Newell´s en 1971. De la mano de dos hijos del rival de toda la vida la Lepra alcanzó el cuarto puesto en el Metropolitano y moldeó el equipo que ganaría la primera estrella del club, el Metropolitano de 1974, con un fútbol de carácter ofensivo. Cabe mencionar también que el Gitano y Menotti viajarían juntos a México en 1970 para presenciar el mundial, aprovechando que no se iban a hacer mala sangre por el rendimiento de Argentina (?). Menotti diría años más tarde que se sintió inspirado por el fútbol que desparramó aquella inolvidable selección brasileña.
Llegó entonces la hora de dirigir por primera vez en soledad. El destino fue Huracán y los resultados fueron espectaculares. De entrada consiguió el tercer puesto en el Metropolitano de 1972, aunque en el Nacional el cuarto puesto en la Zona B dejó al Globo afuera de las semifinales.
Al año siguiente, Huracán vivió su hora más gloriosa cuando se consagró campeón del Metro. Fue un equipo lujoso donde brillaron Miguel Ángel Brindisi, Carlos Babington, Omar Larrosa, el Loco René Orlando Houseman y Roque Avallay, mientras que Alfio Basile y Nelson Chabay (veteranos del Racing de José) 
se encargaban del trabajo sucio
 equilibraban al equipo. Huracán ganaba, goleaba y gustaba. Así lo muestra por ejemplo la cantidad de goles convertidos en la primera rueda: 46 en 16 encuentros. Casi tres goles por partido. Aunque la segunda vuelta fue un poco más cerrada, la vuelta olímpica llegó dos fechas antes del final. Pese a caer derrotado por 2 a 1 contra Gimnasia de La Plata, el Globo festejó igual ya que su perseguidor más cercano Boca, también perdió su partido. En el Nacional, el equipo de la Quema no accedió al cuadrangular final por apenas un punto que lo separó de Rosario Central, escolta de Atlanta en la zona B y posterior campeón.

Festejos del título conseguido por Huracán en el Metropolitano de 1973. Fue un pico del fútbol técnico y lírico opuesto al tacticismo reinante en los tempranos ´60
Menotti resumiría a lo largo del tiempo su idea de juego en recordadas frases como “El gol debe ser un pase a la red” o “En el fútbol se puede dejar de correr, se pude dejar de entrar en juego durante largos minutos, lo único que no se puede hacer es dejar de pensar”. Tomen nota las hinchadas de equipos caídos en desgracia que piden huevo y se olvidan de pedir fútbol. Por supuesto, frases así generarían de parte de los detractores de Menotti y al calor de algunos de sus pasos en falso, cierta reputación de versero.
El suceso causado por este Huracán ofensivo, lujoso y campeón de 1973 hizo que la tarea de preparar a la selección de cara al mundial de 1978 recayera en los hombros del rosarino.
El resultado fue una verdadera bisagra, ya que hasta ese momento todo lo relativo al combinado nacional era una gigantesca desorganización. Por ejemplo era frecuente que un técnico dirigiera durante las eliminatorias y luego otro disputase el mundial. Posiblemente el miedo al fracaso en una Copa del Mundo que se jugaría en casa motivaron a las autoridades de la AFA a apostar por primera vez a un proyecto de largo aliento. No solo Menotti dirigiría a la selección mayor, sino que se establecería una aceitada coordinación con los juveniles y se consideraría que la albiceleste era prioritaria frente a los intereses de los clubes.
El primer desafío fue la Copa América de 1975. El sorteo determinó que los rivales fueran Brasil y Venezuela. Contra los caribeños se lograron las (para la época) correspondientes goleadas: 5 a 1 en Caracas, y 11 a 0 en Buenos Aires. Pero lo duelos contra la verdeamarela fueron desfavorables. Argentina perdió ambos encuentros, por 2 a 1 en Brasil y por 1 a 0 en Buenos Aires.
Tras este traspié vino la preparación para el Mundial. En tres años Menotti fue moldeando un equipo a su gusto, y de paso tuvo tiempo de hacer debutar en la selección mayor a Diego Armando Maradona, en un amistoso contra Hungría jugado en 1977.

La mancha de su paso por la Selección son este tipo de fotos
La hora de la verdad llegó en 1978. El grupo inicial no era a priori sencillo. Junto al local disputaban el boleto a la segunda ronda Hungría, Francia, e Italia. Fueron tres partidos duros. En los dos primeros Argentina ganó 2 a 1 (goles de Luque y Bertoni contra los magiares, y de Passarella y Luque contra los galos), pero en la tercera fecha cayó por 1 a 0 contra Italia, por lo cual debió abandonar la sede de Buenos Aires y mudarse a Rosario para jugar al segunda ronda, junto a Polonia, Brasil y Perú. En esta instancia explotó el goleador Mario Alberto Kempes, autor de dos goles para superar a los polacos, ninguno (?) para empatar con 0 a 0 con Brasil y otros dos en la goleada por 6 a 0 frente a Perú, partido que quedó envuelto en sospechas. Lo concreto es que Argentina accedió a la final por diferencia de gol, y que todo hubiera sido más cristalino si la Pepa Baldesarri hubiese sido el técnico peruano. (?)
El 25 de junio de 1978 Argentina recibía en un Monumental repleto a Holanda, que iba en busca del título que se le había negado cuatro años antes. Fue una final tensa. Kempes abrió la cuenta para la albiceleste, pero en el segundo tiempo Dick Nanninga conseguía el empate. Y sobre el final del partido un tiro de Rob Resenbrink pegó en el palo, provocando el primer silencio atroz (?). En el suplementario otro gol de Kempes y uno de Bertoni sellaron la primera consagración mundial de la selección argentina. Se había conseguido a través de un equipo moldeado al gusto de su técnico, con el equilibrio justo entre técnica (encarnada por Luque, Kempes, Ardiles y Bertoni) y garra (representada por Passarella y Gallego). Había contado además con un Fillol de nivel superlativo.
Al año siguiente Menotti tomó personalmente la conducción de la selección sub-20 que fue a disputar el Mundial Juvenil de Japón. De la mano de Diego Maradona y Ramón Díaz el equipo arrolló a cuanto rival se le puso en el camino. En la primera ronda despachó a Indonesia, Yugoslavia y Polonia (por 5 a 0, 1 a 0 y 4 a 1 respectivamente), en cuartos de final goleó 5 a 0 a Argelia, en la semifinal venció Uruguay por 2 a 0 y en el partido decisivo superó a la Unión Soviética por 3 a 1.
Lamentablemente en la Copa América del ´79 el equipo hizo sapo. Como integrante del Grupo B Argentina debía medirse con Bolivia y Brasil en partidos a ida y vuelta. En la altura de La Paz se perdió por 2 a 1, y por el mismo marcador se cayó contra Brasil. Para los partidos de local se sumaron las flamantes estrellas juveniles. Se logró un triunfo contra Bolivia por 3 a 0, pero contra el scratch no se pudo pasar de un empate en 2 goles.
1980 y 1981 pasaron entre amistosos y pequeños torneos que le fueron dando rodaje a Maradona en la selección y que sirvieron para armar el plantel que iba a defender la corona en el mundial de España. Desde los nombres el plantel de España ´82 es considerado uno de los mejores, sino el mejor que Argentina haya presentado hasta el momento. Se trataba de un mix entre los campeones del ´78 y los astros que venían en ascenso. A Fillol, Passarella, Kempes y Bertoni se sumaban ahora Ramón Díaz, Juan Barbas y sobre todo, Diego Maradona, en quien se cifraban grandes esperanzas para lograr el bicampeonato.
Pero las cosas no salieron como se esperaba. Una inesperada derrota frente a Bélgica por 1 a 0 en el partido inaugural determinó que a pesar de la mejoría del equipo en los cotejos frente a Hungría y El Salvador (victorias por 4 a 1 y por 2 a 0), Argentina clasificara segunda en su grupo y que le tocara en suerte una zona en la segunda ronda junto a Italia y al Brasil de Telé Santana, Zico, Sócrates y gran elenco. Las derrotas por 2 a 1 contra los azzurri (recordada por la dura marca de Claudio Gentile sobre Maradona) y por 3 a 1 contra la canarinha marcaron el final de la participación Argentina y del ciclo de Menotti en la selección. En el balance quedaban dos títulos mundiales en diferentes categorías, un primer trabajo a largo plazo en el conjunto nacional y la reivindicación de un estilo de juego puesto en entredicho desde los días del desastre de Suecia ´58. No era poco, y a raíz de estos resultados, al margen del curso posterior de los hechos Menotti quedó convertido en bandera de los defensores del juego de toque y pelota a ras del piso.
Tras un descanso durante el segundo semestre de 1982, el Flaco volvió a la actividad a nivel clubes, pero no en Argentina, sino en España. Barcelona sería su destino, donde además contaría de nuevo con Maradona entre sus jugadores. Aunque no pudo ganar la Liga, que quedó en manos del Athletic Bilbao, obtuvo en cambio la Copa del Rey, la Copa de la Liga (torneo de breve vida en la década del ´80), y la Supercopa de España, todo en 1983. Sin embargo, al no poder alzarse con el (por entonces) esquivo campeonato nacional, la experiencia catalana terminó tras la temporada ´83-´84.
Fue entonces que luego de varios años y logros importantes, a Menotti le llegó un momento en que su estrella empezó a declinar. El derrotero puede resumirse en una serie recurrente: llegada a un club o selección X generando gran expectativa; enderezamiento (a veces) de un rumbo torcido; combinación de victorias históricas en partidos con fracasos en los campeonatos; renuncia.
El primero de estos pasos en falso fue en Boca, durante el campeonato ´86/´87. El club de la ribera pasaba momentos institucionales y deportivos muy difíciles, aunque de a poco la peor parte (el día de los fibrones, la quiebra salvada por los pelos) iba quedando atrás. El campeonato había arrancado flojo, pero Menotti, que asumió la dirección técnica para la segunda rueda, logró que el equipo mantuviera las chances hasta la fecha 37, cuando cayó derrotado por Independiente. La campaña finalizó con un cuarto puesto, y en la Liguilla Pre-Libertadores, el Rojo volvió a escupirle el asado al ganarle la final y el pasaje a la Libertadores del ´88.
En la siguiente temporada su destino fue el Atlético de Madrid. Nuevamente causó expectativas, logró una histórica victoria contra el Real Madrid (el de la Quinta del Buitre) en el Bernabéu por 4 a 0, pero el rendimiento irregular determinó que Jesús Gil y Gil lo echara en la fecha 29.

Dirigió a los dos colosos del fútbol argentino en los ´80, pero los resultados no estuvieron a la altura de las expectativas
Volvió a la Argentina para dirigir a River, que pasaba tiempos de transición luego del ciclo exitoso del Bambino Veira, y nuevamente hizo sapo en el campeonato ´88/´89.
Para 1990 cruzó el charco y se instaló en el banquillo de Peñarol. En la Supercopa de ese año llegó a las semifinales. Previamente había despachado al Santos en los octavos de final (que funcionaban como primera ronda) y a Boca en cuartos. En esta última serie perdió 1 a 0 en Montevideo, pero dio vuelta la historia con un histórico 2 a 0 en la Bombonera. De todos modos, el sueño terminó cuando el Olimpia le encajó 6 pepas en Asunción.
En el campeonato uruguayo, si bien trepó desde los últimos puestos al cuarto lugar, no clasificó a la Libertadores de 1991, porque nuevamente quedó eliminado en la versión oriental de la Liguilla Pre-Libertadores. Para peor, su verdugo fue Nacional, que no solo eliminó a su rival sino que lo hizo en vísperas del centenario carbonero.
Del Río de la Plata pasó a México para conducir a la selección azteca. Si bien el paso fue breve (19 partidos en aproximadamente un año y medio), se puede afirmar que armó los cimientos del crecimiento del fútbol mexicano de los últimos años. Al fin y al cabo, su siembra serviría en lo inmediato para que México llegara a la final de la Copa América de 1993 e hiciera un papel decente en el Mundial de Estados Unidos.
A fines de 1993 volvió a Boca, y aquí comenzó una experiencia que todavía sacude la conciencia del pueblo xeneize…al menos de aquellos que tienen más de 25 años. (?) Se hizo cargo del timón luego de las malas campañas del profe Jorge Habbeger, enderezó el buque en el Apertura del ´93 y generó expectativas de cara a 1994. En el primer semestre el gran objetivo era la Copa Libertadores. Pero el sorteo de la primera fase de ese año emparejó a los equipos argentinos con los brasileros. Como si no fuera suficiente caer en un grupo eliminatorio contra el Palmeiras y el Cruzeiro, el otro equipo argentino era el Vélez de Bianchi. La campaña no empezó mal. Se sacó un empate en Liniers por 1 a 1, pero el siguiente partido fue un pesto bárbaro. 6 a 1 
con Bolivia, ¡vergüenza!
 cortesía del Palmeiras en Brasil. Tan duro fue el golpe, que de los tres partidos siguientes (todos de local) Boca ganó 1(la revancha contra Palmeiras) y perdió los otros 2 (contra Vélez y contra Cruzeiro). En la última fecha el cuadro de Belo Horizonte sepultó sus ilusiones.
Mientras tanto en el Clausura el equipo nunca encontró el rumbo. La historia fue parecida en el segundo semestre. El Apertura arrancó mal, así como la Supercopa, donde perdió el partido de ida de los octavos de final contra Peñarol por 1 a 0. Para cuando se jugó la revancha Boca había jugado en el campeonato local cuatro partidos, de los cuales había ganado 1, empatado otro y perdido los otros 2.
Cuando todo parecía perdido en la revancha Boca ganó, goleó y gustó. Fue 4 a 1 en la Bombonera y clasificación a cuartos, donde aguardaba River. Aquí tal vez está el único recuerdo grato de aquel 1994: tras empatar 0 a 0 en el Monumental y 1 a 1 en la Bombonera, la tanda de penales finalizó 5 a 4 para dejar afuera al rival de toda la vida.
En la semifinal aparecía nada menos que el San Pablo de Telé Santana. Cuando muchos auguraban que aquí se terminaba la fortuna del cuadro de Menotti, ganó con autoridad el partido en Buenos Aires (2 a 0 con goles de Márcico y Carranza) y aguantó el resultado en Brasil. Así, con una mezcla del lirismo menottista y los atributos clásicos de Boca (garra y solidez), se llegó a la definición contra el Independiente de Brindisi. Y de nuevo la suerte fue esquiva. Un empate 1 a 1 en La Boca y un triunfo rojo por 1 a 0 en la revancha dejaron la copa en Avellaneda.
El resto del año se consumió en la irregularidad acostumbrada. Se cobró la final de la Supercopa goleando a Independiente por 4 a 1, pero a su vez River presentó el pagaré (?) por la eliminación de cuartos con un recordado 3 a 0 que lo dejó en el umbral del campeonato que ganaría en forma invicta. Tras este partido el Flaco renunció.
El factor común en todos estos sinsabores era la utilización del achique. Una y otra vez lo implementaba, y si la delantera rival estaba afilada se hacía un festín. Así lo muestran por ejemplo el empate 4 a 4 contra Mandiyú en 1988 cuando dirigía a River, en un partido donde los correntinos ganaban 4 a 1 al término del primer tiempo, o este gol de Ortega contra Boca.
1995 fue un año sabático de la tarea de entrenador, aunque ya desde principios de los ´90 había comenzado a colaborar con algunos medios de prensa como comentarista televisivo. A mediados de 1996 se hizo cargo de la dirección técnica de Independiente. Una vez más los resultados fueron dispares y los objetivos no se cumplieron. En la Supercopa fue eliminado en la primera fase por Flamengo. En el Apertura peleó hasta el final, pero el título fue a parar a las manos del River de Ramón Díaz. El subcampeonato le abrió crédito para continuar al frente del rojo y nuevamente fue protagonista de la lucha por el campeonato, hasta que trascendió que estaba en tratativas para ir a dirigir en Italia, más precisamente a la Sampdoria. Algunos hinchas de Independiente todavía no le perdonan que los haya dejado colgados del pincel, ya que tras las dos goleadas seguidas que River había sufrido (4 a 1 contra Estudiantes en el Monumental, 5 a 1 contra Colón en Santa Fe) había grandes chances de arrebatarle la punta.
Como si el destino hubiese querido castigarlo, la etapa italiana tampoco tuvo final feliz. En noviembre dejaba al club genovés por malos resultados, y en diciembre de 1997 volvió con la frente marchita (?) a Independiente. Esta segunda etapa se extendió hasta agosto de 1999, y también fue improductiva, tanto a nivel de resultados como a nivel de juego.
Tras algunos años de descanso en 2002 volvió al lugar que lo viera nacer como futbolista. Asumió en Rosario Central de cara al Apertura de aquel año. El comienzo fue espectacular. En las primeras seis fechas ganó cinco partidos, incluido el clásico con Newell´s. Pero luego hilvanó una racha 
diabólica
 de nueve partidos sin triunfos, que determinó su salida. Otro año sin dirigir precedió a su tercer ciclo en Independiente, que de todos modos fue muy breve. Apenas duró nueve partidos en el Clausura 2005.
Entre 2006 y 2007 probó suerte de nuevo en México, primero en Puebla y después en Tecos, pero tampoco hizo pata ancha allí. Estas fueron hasta el momento sus últimas experiencias como técnico. Entre 2009 y 2010 se desempeñó como mánager de Independiente. El cargo evidentemente es el opio de los ex técnicos (?), ya que nuevamente quedó en deuda. Bajo su gestión llegaron los refuerzos que hicieron una buena campaña durante la temporada 2009/2010, pero también se decidió la discontinuidad del Américo Rubén Gallego a favor de Daniel Garnero, y no se retuvieron los jugadores que habían hecho la campaña con el Tolo. Tras el estrepitoso fracaso del actual técnico de San Martín de San Juan, Menotti renunció junto con él. Las últimas noticias se relacionan con su delicado estado de salud, producto de un interminable romance (?) con el cigarrillo.

En conferencia de prensa con Daniel Garnero y Julio Comparada. Su gestión como mánager fue breve y dejó poco para rescatar, Garnero fue un entrenador efímero pero Comparada sigue siendo presidente de Independiente (?)
A la luz de lo que hemos expuesto muchos podrán decir, con cierta dosis de razón, que el cuarto de hora le pasó hace rato. Sin embargo, en estos tiempos en que la mediocridad reina en el fútbol vernáculo y la desorganización reina nuevamente en la selección, no es ocioso observar e inspirarse en su prédica, desechando sus aristas de humo (?), en busca de un regreso al juego pulcro y técnico que supo caracterizar al fútbol argentino durante tanto tiempo.

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LUIS ARAGONÉS. EL SABIO 
Archivo:Luis Aragones.jpg
En la temporada siguiente (74-75) el Club Atlético de Madrid le ofrece ser el entrenador del equipo. Luis Aragonés, que esa temporada había jugado seis partidos de Primera División de España, decide retirarse como futbolista e iniciar su carrera como entrenador. Sustituyó en el banquillo a Juan Carlos Lorenzo en la jornada 10.
Finalmente, el Club Atlético de Madrid disputa la final de la Copa Intercontinental ante Club Atlético Independiente debido a que el FC Bayern de Múnich no quiso presentarse a ésta por los problemas políticos en los que estaba sumida Argentina. Así el Club Atlético de Madrid juega la final de la Copa Intercontinental en 1975, y la gana gracias los goles de Javier Irureta y Ayala,2 siendo el único equipo europeo que ha ganado este torneo sin haber sido Campeón de Europa.3
Consigue ganar la Copa Intercontinental, al poco tiempo de iniciar su andadura por el banquillo rojiblanco. En 1976 gana la Copa del Rey de fútbol y un año más tarde gana su única Primera División de España como entrenador.
Al finalizar la temporada 77-78 abandona el banquillo rojiblanco. Aunque en la temporada siguiente entrena al equipo durante unas pocas jornadas (desde la jornada 6 a la 9).
En la temporada 79-80 vuelve a entrenar al Club Atlético de Madrid desde la primera jornada de la Primera División de España, aunque los malos resultados no le permiten finalizar la temporada.
En 1981 empieza a entrenar al Real Betis Balompié, aunque solo estuvo en el banquillo verdiblanco la primera jornada de Primera División de España, en la que el Real Betis Balompié perdió por dos goles a uno ante el Real Racing Club de Santander.
En la temporada siguiente (82-83) vuelve al Club Atlético de Madrid. Consigue ganar una Copa del Rey de Fútbol y una Supercopa de España, siendo esta la primera Supercopa conseguida por el club. Permanece en el banquillo rojiblanco cuatro temporadas consecutivas, hasta el final de la temporada 85-86, aunque en la temporada siguiente vuelve a entrenar al equipo a mitad de campeonato sustituyendo aMartínez Jayo.
En la temporada siguiente el Fútbol Club Barcelona se hace con sus servicios para sustituir a Terry Venables, que fue destituido al encadenar tres derrotas consecutivas, en la quinta jornada de Primera División de España. Luis Aragonés consigue ascender al equipo desde los puestos de abajo hasta los primeros puestos. Además esa temporada Aragonés consigue que el equipo gane la Copa del Rey de Fútbol.
Después de entrenar una temporada al RCD Español regresa de nuevo al banquillo del Club Atlético de Madrid en 1991. Permanece como entrenador del equipo dos temporadas, y en ese periodo el Club Atlético de Madrid consigue hacerse con otra Copa del Rey de Fútbol.
En 1993 ficha por el Sevilla Fútbol Club, con el que consigue buenos resultados en las dos temporadas que permanece en el equipo.
En 1995 ingresa en el Valencia CF, equipo con el que consigue un subcampeonato de Primera División de España en su primera temporada.
Después de estar otra temporada en el banquillo valencianista, con no muy buena suerte, regresa al Real Betis Balompié para dirigir al equipo en la temporada 97-98.
La temporada siguiente entrena al Real Oviedo, y una temporada más tarde al Real Club Deportivo Mallorca donde realiza un buen trabajo, ya que el equipo consigue quedar tercero en la Primera División de España, mejor puesto en la historia del club igualando el tercer puesto conseguido dos temporadas atrás, consiguiendo el récord de puntuación del equipo balear en toda su historia en la máxima categoría. El último partido de Luis Aragonés en el banquillo del Real Club Deportivo Mallorca fue, casualmente, contra el Real Oviedo y el resultado fue de 4-2 para el Mallorca, y el equipo ovetense descendió a 2ª División.
En la temporada 2001-02 vuelve de nuevo a entrenar al Club Atlético de Madrid, con el que consigue el ascenso a la Primera División de España. Permanece con el equipo rojiblanco otra temporada más, esta vez en la Primera División de España.
Al año siguiente regresa al banquillo del Real Club Deportivo Mallorca, consiguiendo la permanencia del equipo y alcanzar los octavos de final de la UEFA Cup. El Real Club Deportivo Mallorca fue el último club español dirigido por el Sabio, antes de ser seleccionador nacional.
Luis Aragonés ha dirigido un total de 757 partidos de la Primera División de España.
En 2004 ingresa en la Real Federación Española de Fútbol para ser el seleccionador de Selección nacional de fútbol de España, debutando en el banquillo de la selección con victoria por 3 a 2 en un encuentro amistoso contra Venezuela, celebrado en el Estadio de Gran Canariade Las Palmas de Gran Canaria el 18 de agosto de ese mismo año.
En junio de 2006 participó en el Mundial de Alemania, donde la Selección española es eliminada en octavos de final ante Francia.
En julio de 2008 y tras ganar con España la Eurocopa 2008 disputada en Austria y Suiza, Luis abandona la Selección nacional de fútbol de España para fichar por el Fenerbahçe SK de Turquía para las temporadas 2008-2009 y 2009-2010.
En enero de 2009 es elegido mejor seleccionador nacional del año 2008 por la IFFHS, con el aval de la FIFA.4 De esta manera se convirtió en el primer español en obtener dicho galardón.5
En junio de 2009 decide rescindir el contrato que le une con el Fenerbahçe SK, el cual estaba atado hasta 2010.
El 29 de septiembre de 2011, Lorenzo Serra Ferrer le ofrece la oportunidad de dirigir al RCD Mallorca de nuevo, pero este declina la oferta.

[editar]Selección nacional

Fue internacional con la Selección de fútbol de España en 11 ocasiones. Su debut internacional fue el 8 de mayo de 1964 en el partidoEscocia 0-0 Selección de fútbol de España.
Luis Aragonés marcó un total de tres goles con su selección.
En 2004 se convirtió en seleccionador nacional de España en sustitución de Iñaki Sáez. Su debut como seleccionador fue el 18 de agostode 2004 en el partido Selección de fútbol de España 3-2 Selección de fútbol de Venezuela disputado en el Estadio de Gran Canaria.
En junio de 2006 participó en el Copa Mundial de Fútbol de 2006, donde la Selección española es eliminada en octavos de final anteFranciaSubcampeona del mundo. Pocos días después decide continuar como seleccionador pese a haber presentado su dimisión en varias ocasiones.
Luis Aragonés protagonizó una de las mayores polémicas en la Selección española al no convocar a Raúl González para la Eurocopa de Austria y Suiza 2008, pues fue la primera vez en 10 años que el madridista no acudió a una gran cita con su selección.

La Selección Española celebra su triunfo en la Eurocopa 2008.
El 17 de noviembre de 2007, sella la clasificación de España para la Eurocopa 2008, y anuncia que se retirará de la Selección de fútbol de España al concluir el torneo, pero seguirá entrenando a algún club. Días después se informó que su sucesor sería Vicente del Bosque.
El 22 de junio de 2008 consiguió clasificar a España para las semifinales de la Eurocopa, rompiendo así el mito de no pasar de cuartos que la Selección de fútbol de España arrastraba desde 1984.
Esa clasificación permitió disputar la semifinal contra Rusia, el 26 de junio de 2008, dondeEspaña volvió a ganar, clasificándose para la gran final disputada el 29 de junio de 2008 frente aAlemania, en la cual obtuvo el título. Durante el campeonato continental se proclamó como mejor seleccionador español en número de victorias, superando a Javier Clemente.
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Mario Zagallo             

Zagallo
Mario Zagallo, ostenta el honor de ser el primero en ganar el mundial con la selección tanto como jugador y como entrenador. Esto lo dice todo de "el lobo viejo", toda una leyenda en el mundo del fútbol.
Lo más importante que Zagallo hizo como jugador, nada más y nada menos, fue ganar las dos Copas del Mundo seguidas para Brasil, las de 1958 y 1962. En 1965, colgó las botas y comenzó su carrera de entrenador, comenzando en el Botafogo hasta que en 1969 fue invitado a dirigir a la selección.
Para la Copa del Mundo de 1970, formó un equipo increíble con Pelé, Jairzinho, Tostao, Rivelino y Gerson, lo que le valió para ganar el Mundial sin perder ni un sólo partido y convertirse en el primer jugador de la historia en ganar la Copa del Mundo como entrenador y jugador. 
En 1974, continuando al frente de la selección, Brasil sólo pudo acabar cuarta y el viejo lobo abandonó la canarinha. Sus ansias de títulos, le llevaron a entrenar al Flamengo y alFluminense. Más tarde comenzó su periplo por el Golfo Pérsico, que duró hasta 1989, donde dirigió a las selecciones de Kuwait, Arabia Saudí y Emiratos Arabes mientras entre descanso y descanso, tuvo tiempo para dirigir más clubes, tanto en Brasil como en Arabia Saudí.
En 1993, fue nombrado coordinador de la selección brasileña, que aquel año dirigía Carlos Alberto Parreira. Brasil se coronó, ganó su cuarto mundial jugando la final contra Italia.
espués de la competición, se hizo cargo de la selección brasileña otra vez, con el objetivo de ganar la Copa América y el Mundial. En 1997 ganó la primera de estas competiciones y se presentaba en el Mundial como selección favorita.
La canarinha llegó a la final, pero perdió por 3-0 frente a Francia, lo que hizo que le llovieran las criticas a Zagallo, acusado de ser muy defensivo, de haber puesto de titular a Ronaldoenfermo y de haber dejado fuera de la lista a Romario.
El profesor" como lo llamaban sus jugadores, anunció el fin de su carrera deportiva en 2001 tras una mala experiencia en el Flamengo, pero en 2002, tras el abandono de Luis Felipe Scolari, que ganó el quinto Mundial para el país, volvió a ser reclamado por la canarinha para dirigir un partido amistoso frente a Corea, demostrando que era indestructible.

Toda una leyenda "el lobo viejo" que ha estado presente en 4 de las 5 Copas del Mundo que su país ha ganado, bien como jugador, entrenador o componiendo el cuerpo técnico.------------------------------------------------------------
Miguel Muñoz Mozún

 (MadridEspaña 19 de enero de 1922 - Madrid16 de julio de 1990) fue un futbolista español y entrenador de entre otros equipos el Real Madrid y de la Selección de fútbol de España. Fue el primer capitán que levantó la Copa de Europa así como el primero en ganarla como jugador y entrenador.

Durante los primeros años de la posguerra juega en diversos equipos de Madrid como la Ferroviaria, Girod o el Imperio. En 1943 mientras realiza el servicio militar, juega en el C.D. Logroñés. El equipo desciende esa temporada a Tercera división y al finalizar la campaña1943-44 ficha por el Racing de Santander. En 1946 ficha por el Celta de Vigo, club con el que llegaría a jugar una final de la Copa del Generalísimo contra el Sevilla FC; aunque marcó el gol vigués, el Celta pierde la final por 4-1.[editar]Biografía

En 1948 es traspasado, junto a Pahiño, por el Celta al Real Madrid. En el club blanco permanece hasta finalizar la temporada 1957-58, destacando como centrocampista por su juego ofensivo y marcando el primer gol del Real Madrid en competiciones europeas en un partido contra el Servette. Durante su estancia en el Madrid vivió la llegada de Alfredo Di Stéfano y la formación de un equipo que arrasaría deportivamente tanto en España como en Europa.
Fue internacional en siete ocasiones, debutó con España el 20 de junio de 1948 en partido amistoso disputado en Zurich contra Suiza (3-3).
En la campaña 1959-60 asumió el cargo de entrenador del Real Madrid y ese mismo año ganó la Copa de Europa (ya la había ganado como jugador en tres ocasiones) y se convirtió en la primera persona en ganarla como jugador y entrenador. Dirigió al Real Madrid durante 13 años y seis meses en un total de 601 partidos de Liga de las cuales ganó 9. Durante sus años como entrenador, el Real Madrid ganó 9 Ligas, 2Copas del Generalísimo (Copa del Rey), 2 Copas de Europa y 1 Copa Intercontinental.
Tras abandonar el banquillo del Real Madrid dirigió a la UD Las Palmas, a la que llevó a la final de Copa de 1978, aunque perdió con el F.C. Barcelona (3-1).
En 1982, tras la decepción del Mundial de España, fue nombrado Seleccionador nacional, dirigiendo a España entre 1982-1988.
En la primera fase final que dirigió, y tras clasificarse para la disputa de la Eurocopa de 1984 goleando en el último partido de la fase de clasificación a la selección de Malta por una diferencia de goles de 11 necesarios para superar a la selección holandesa (España 12- Malta 1 disputado en Sevilla), la Selección quedó subcampeona de Europa ante Francia, la anfitriona de esa Eurocopa 1984. De esta Eurocopa hay que resaltar la igualadísima fase de grupos inicial, resuelta favorablemente para España en el último partido disputado ante la gran selección de Alemania Federal en el último minuto de juego con gol de cabeza anotado por el defensa central Antonio Maceda; además resaltar la disputadísima semifinal ante la selección de Dinamarca comandada por un jovencísimo Michael Laudrup y resuelto dicho encuentro en la tanda de penaltis a favor de España gracias a las intervenciones de su portero y capitán Luis María Arconada.
En el Mundial de 1986 alcanzó los cuartos de final tras una gran fase inicial, con derrota por 1 a 0 ante la selección favorita del Mundial, Brasil; en este encuentro se produjo la no concesión de un gol anotado por el centrocampista español Míchel, tras ejecutar éste un disparo desde fuera del área que tras tocar el larguero de la portería brasileña botó tras la línea de gol, no viendo el árbitro ni el juez de línea esta acción cuando ambas selecciones estaban empatadas a cero. En la fase final del Mundial, y tras eliminar en octavos de final a la selección danesa por un resultado histórico de 5 a 1, con 4 goles marcados por el delantero español Emilio Butragueño, la selección española cayó eliminada por la selcción belga en la tanda de penaltis, tras acabar el encuentro con empate a un gol; en la misma se produjo el fallo del delantero español Eloy Olaya ( y acierto del portero belga Jean Marie Pfaff) unido a la nula y patética actuación del portero español Andoni Zubizarreta. España quedó eliminada en cuartos para decepción de la afición española tras el gran juego e imagen dada a lo largo del torneo, y más teniendo a lo largo del mismo dos lesiones de dos jugadores imprescindibles en la misma, como Antonio Maceda y Rafael Gordillo.
Y en la Eurocopa 1988, último gran torneo que dirigió como seleccionador, España quedó encuadrada el la fase de grupos iniciales del mismo junto a las selecciones de Dinamarca, Italia y Alemania. Tras ganar el partido inicial a Dinamarca por 3 a 2, se perdió los siguientes encuentros ante selecciones que demostraron un mayor nivel a la selección española: la Alemania del gran Lothar Matthaus, de un joven Jurgen Klinsmann y apoyados por jugadores de talla mundial como Rudy Voeller, Andreas Brehme, Jurgen Kholer, Bodo Illgner y Thomas Haessler; y la Italia de Gianluca Vialli, Gianluca Giannini, Walter Zenga y un joven Roberto Baggio, futuro Balón de Oro de 1994. La selección española comandada por la Quinta del Buitre, compuesta por Butragueño, Míchel, Sanchís, Martín Vázquez y Pardeza más la aportación de veteranos en la misma como José Antonio Camacho, Ricardo Gallego, Rafael Gordillo y Víctor Muñoz,se vío lastrada por la nula aportación del portero titular Andoni Zubizarreta (el cual sería un lastre permanente en la selección a lo largo de sus 124 internacionalidades) (MUY discutible) y una endeblez defensiva personificada en el líbero Genar Andrinúa (También discutible). Tras la finalización del torneo, y en un ambiente generalizado de fracaso y necesidad de cambio en el combinado nacional, dejó su puesto de selecinador al gran Luis Suárez, único Balón de Oro nacido en España, que venía de triunfar en las selecciones de las categorías inferiores de España.
Murió el 16 de Julio de 1990 a consecuencia de unas hemorragias por varices esofágicas, según el parte médico.1
Es el entrenador que ha dirigido más veces al Real Madrid y el tercer entrenador con más partidos en liga, sólo superado por Luis AragonésJavier Irureta, el que ha ganado más títulos de Liga con 9 en 21 temporadas y fue el primero en ganar la Copa de Europa como jugador y como entrenador.

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Entrenadores de leyenda: Brian Clough

Brian Clough es uno de los mejores entrenadores británicos de la historia. Descarado, corrosivo y sin pelos en la lengua, tenía un talento especial para ser el centro de atención, lo que le convirtió en la primera personalidad de los banquillos. Era el Mourinho de los años 60.
Brian Clough 9
El mérito de Clough reside en los logros con el Nottingham Forest y el Derby County, equipos modestos a los que llevó a la gloria. Los cogió siendo equipos de provincia y con ambos ganó el título de liga. Con el Forest incluso conquistó dos Copas de Europa consecutivas, el último que ha hecho tal hazaña.
El secreto de su éxito estaba en su extraordinaria capacidad para motivar a los jugadores. "Era la versión inglesa de Mohammed Alí", declaró Martin O'Neill, entrenador del Aston Villa y una de las figuras del Nottingham Forest bajo las órdenes de Clough.

La leyenda del fútbol inglés, dejó varias perlas en forma de citas:"no digo yo que fuera el mejor entrenador, pero siempre ocupé el primer puesto en la clasificación general", "Roma no se levantó en un día, pero sólo porque yo no tuve nada que ver en el asunto", "si discutiera con un jugador, nos sentaríamos juntos veinte minutos, hablaríamos y al final decidiríamos que yo tengo razón". Estas citas esbozan un poco el retrato tan peculiar de Brian y nos recuerda en la actualidad al Clough del siglo XXI, José Mourinho.
La historia de Brian Clough con el fútbol empezó en 1955, cuando debutó con el equipo de su ciudad, el Middlesbrough. En esa época estaba en la segunda división inglesa y con ellos consiguió 204 goles en 222 partidos. Desgraciadamente, en 1962, el gran delantero tuvo un encontronazo con el portero rival y sufrió una lesión, que a la postre, marcaría su carrera futbolística. Se lesionó el ligamento cruzado anterior, perdiéndose casi dos temporadas, en las que su equipo ascendió a la Premier. En el 64, Clough debutó en primera, pero sólo disputó tres partidos, consiguiendo un gol. Tras esa temporada decidió colgar las botas.
En 1965, olvidada ya su lesión, comienza su carrera como entrenador de la mano de Peter Taylor, su ayudante. Su primer equipo fue el Hartlepool United de la cuarta división inglesa. Más tarde dió el salto al Derby County, revolucionándolo por completo. El club llevaba diez años en segunda, y tras dos temporadas consiguieron el ascenso a primera. La gloria llegó la temporada 71-72, cuando consiguieron ganarles la liga en la última jornada al Leeds y al Liverpool. La temporada siguiente alcanzaron las semifinales de la antigua Copa de Europa, pero fueron eliminados por la Juventus con la sombra de una posible compra del árbitro.

us equipos destacaron por la gran solidaridad que existía entre los jugadores, tanto en defensa como en ataque. Nunca tuvo grandes estrellas, lo importante era el conjunto, el bloque. Era el mejor extrayendo el máximo rendimiento de sus jugadores.
Marcó una época, ya que revolucionó el fútbol inglés. No jugaba al pelotazo, instauró la idea de jugar rasa y al pie, quería un centro del campo potente, pero a la hora de atacar, creía en la necesidad de combinar y mantener el balón en el suelo. "Si Dios hubiese querido que el fútbol se jugase en las nubes habría puesto el césped arriba", declaró la leyenda inglesa.
En el 74 dió el salto al Leeds United, y "hasta donde sé, ustedes pueden tirar a la basura vuestros trofeos conquistados, porque ustedes los ganaron haciendo trampas", esas fueron sus primeras palabras en el vestuario. Duró 44 días, ganando sólo un partido. Al despedirse comentó: "es un día triste... para el Leeds".
Tras un breve paso por el fúbol modesto, en el 76 fichó por el Nottingham forest y en dos temporadas ascendió a primera. Un año después, se alzó con el título de liga ganándole al Liverpool. En sus 18 años al frente del Forest, ganó dos Copas de Europa. Además de conseguir dos ligas consecutivas y alcanzando la final de la Copa de la Liga y la FA Cup.
En el 92 dejó el mundo del fútbol. Tenía ya graves problemas con el alcohol y tras descender presentó su dimisión. Dejó al equipo en la misma categoría que lo cogió, pero 18 temporadas más tarde y con un palmarés y un leyenda con un equipo modesto, algo impensable y dificilísimo en esos años.
Concentraba a sus jugadores días antes para que no discutieran con sus mujeres. Nunca protestaba a los árbitros y criticaba a los que lo hacían. A Arsene Wenger le criticó mucho por sus protestas y porque permitió que en sus primeros cinco años expulsaran a más de 40 jugadores del Arsenal. También criticó a los seleccionadores ingleses, ya que ese fue su único "pero", no haber entrenado a su país.
Le dedicaron una película, "The Damned United", narrando los 44 días que estuvo al frente del Leeds y en la que se cuenta su relación con los ayudantes, jugadores y directivos, pero sobre todo su rivalidad con Don Revie, su predecesor en el Leeds United. Falleció el 20 de septiembre de 2004, a los 69 años, debido a un cáncer de estómago

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Carlos Alberto Gomes Parreira 
(nacido el 27 de febrero de 1943 en Río de Janeiro) es un entrenador de fútbol brasileño.
Dirigió a la Selección de Brasil en la victoria de la Copa Mundial de Fútbol de 1994 y estuvo nuevamente a cargo en el Mundial de Alemania 2006, donde fueron eliminados ante Francia en la ronda de cuartos de final; con un pésimo desempeño, cargo que abandonó ante las criticas de la prensa brasileña, donde lo señalaban como el culpable de que Brasil no desplegara su jogo bonito.
Parreira es conocido por haber sido uno de los dos técnicos que ha dirigido a cinco seleccionados nacionales en la Copa del MundoKuwait en 1982Emiratos Árabes Unidos en 1990, Brasil en1994Arabia Saudí en 1998 y Sudáfrica en 2010. El otro técnico que ha logrado esta marca es el serbio Bora Milutinović, quien completó su quinto mundial cuando dirigió a la República Popular de China, en 2002.
En 1997, Parreira dirigió a los MetroStars de la Major League Soccer. También entrenó a dos famosos clubes en BrasilFluminense y Corinthians, a los cuales les dio dos de los trofeos nacionales más importantes de 2003: La Copa de Brasil y el Campeonato Paulista. Después delMundial de Estados Unidos, en 1994, ficha por el Valencia CF de la mano de Paco Roig. A mitad de temporada, es cesado porque no se logran las expectativas deseadas. Dirigió la Selección de fútbol de Sudáfrica durante el Mundial 2010, campeonato en donde fueron anfitriones.
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