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lunes, 29 de octubre de 2012

Lionel Messi: De adolescente quebradizo al 'Hombre Biónico'


Rijkaard consuela a Messi en el Barcelona (AFP)
ANÁLISIS

Lionel Messi estaba llorando. Era marzo de 2008 y el argentino había hecho una pared con Gianluca Zambrotta en el partido de la Champiosn League de casa frente al Celtic, pero se detuvo de dolor mientras trataba de llegar al pase del italiano. Se había desgarrado un músculo de la pierna izquierda y estaría fuera durante seis semanas. Era su séptima lesión en el espacio de dos años, y la cuarta en esa zona particular del cuerpo. Su brillante carrera estaba en peligro y, comprensiblemente, en Barcelona estaban muy preocupados.
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Pero gracias al increible esfuerzo del Barcelona entre bambalinas, Messi apenas ha estado fuera de acción desde entonces.

El verano de 2008 se produjo un cambio considerable en el club catalán. Pep Guardiola llegó como entrenador tras un año en el Barça B y con él nació un nuevo proyecto. En el campo, Messi sería su líder. Pero con su historial de lesiones en los últimos años, los ajustes se antojaban necesarios.

NO MÁS LESIONES DE LEO MESSI
 PARTIDOS POR TEMPORADA ANTES DE LA LESIÓN
2004-05
2005-06
2006-07
2007-08
9
25
36
40
 PARTIDOS POR TEMPORADA TRAS LA LESIÓN
2008-09
2009-10
2010-11
2011-12
2012-13
51
53
55
60
12
La primera decisión audaz fue prescindir de los brasileños Deco y Ronaldinho. Fueron vistos como problemáticos por la jerarquía del Barça y se temía que su 'amor' por las fiestas llevaran a Messi por el mal camino. Según Frank Rijkaard, había un clan brasileño en el club, pero tanto los dos atacantes como Edmilson, Thiago Motta, Belletti y Sylvinho habían hecho amistad con su compañero sudamericano. Messi estaba creciendo rápido, quizás demasiado rápido.

Con Deco y Ronaldinho fuera del plantel, y Sylvinho como el único brasileño que quedó en el club, Messi estaba libre de distracciones no deseadas. Pero tendría que cambiar también.

En sus primeros años en Barcelona, Messi se había consolado con la comida argentina, saboreando carnes en su restaurante favorito en la capital catalán, 'las Cuartetas'. Las visitas eran frecuentes e implicaban un festín de carne y dulces. Con Guardiola, pronto llegaron a su fin. Leo apenas había tocado las verduras y el pescado hasta entonces, pero ahora formaban parte de su dieta básica y, cada mañana, consumiría un conjunto especial de vitaminas preparadas para él en un pequeño recipiente en el campo de entrenamiento del club. Cada jugador recibía una mezcla de minerales para impulsar sus propias necesidades. Nada se dejaba al azar.

Tampoco habría más noches viendo fútbol argentino. Leo tendría que aprender que el sueño podría acelerar su recuperación y le permitiría llevar su juego a un plano aún más alto. 

Pero aún exisitía la preocupación de que, a la tierna edad de 21 años, Messi se pudiera romper de nuevo. Una lesión grave más y su estado podría haber sufrido innecesariamente, por no hablar de su fragilidad corporal.

Así, Guardiola dijo al preparador físico Juanjo Brau que se convirtiera en la sombra de Leo Messi día y noche. Ahora los dos se han convertido en inseparables e incluso en sus días libres les vemos viajando juntos o cuando Messi juega para Argentina. En un nuevo libro, 'El Misterio de Messi', los autores Sebastián Fest y Alex Juillard explican su rutina: "Antes de cada entrenamiento, Leo entrena con Brau, uno a uno, durante 45 minutos, y después cada uno de ellos tiene otra sesión de media hora".

"Messi se estira y relaja sus músculos, y esta madurez física va de la mano con su madurez futbolística. Ha ganado más conocimiento como futbolista, es más intelectual en el campo y tiene más control sobre su juego".

Esa madurez se extiende a su tiempo libre, pero también a los minutos de Messi sobre el terreno de juego. Debido a la naturaleza explosiva de su fútbol, el argentino siempre ha estado en riesgo de lesiones musculares, pero con la ayuda de Guardiola y Brau aprendió a limitar su ritmo de trabajo con el fin de maximizar su impacto. Pep dio instrucciones a su joven estrella para quedarse campo arriba y conservar su energía para las carreras cortas y explosivas. También mejoró su juego posicional y, con la ayuda de Xavi y Andrés Iniesta, tendría el balón cuando lo quería, y cuando lo necesitaba. Así que cuando lo hizo, fue más eficaz que nunca y capaz de jugar 60 partidos por temporada, ya que, a pesar de su increíble influencia, ahora en realidad cubre menos terreno que la mayoría de sus compañeros de equipo. Menos músculo, más cerebro.

"Mucha gente lo ayuda a diario, por ejemplo los preparadores físicos", revela Brau en 'El Misterio de Messi'. "El trabajo que hacemos con Leo es a largo plazo y nos las arreglamos para consolidarlo".

El fisioterapeuta describe al argentino como un jugador de una "explosividad única", pero gracias a la maravillosa obra ejecutada por Guardiola y su cuerpo ténico, así como por el propio Leo, el Messi de 2012 es un jugador muy diferente al que se enfrentó al equipo escocés en 2008. No sólo porque a sus 25 años de edad ya tenga tres Balones de Oro, sino porque ya no se lesiona más.

Alex Juillard pasó varios años trabajando en Buenos Aires como corresponsal de L'Equipe; Sebastian Fest es el jefe de deportes en español de la agencia alemana dpa. Su nuevo libro, 'El Misterio Messi', fue publicado en francés a principios de este año, y saldrá en español e inglés en 2013.
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