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sábado, 10 de noviembre de 2012

La defensa de los córners


¿Qué ventajas tiene la defensa zonal? A los jugadores se les exigen ciertas responsabilidades que desde fuera parece de cajón que las van a cumplir. Es el caso de las marcas personales en determinadas jugadas. Después aparecen miles de factores en juego, como el cansancio, la falta de concentración o la desconfianza que acaba provocando que un determinado jugador aparezca solo y rematando casi a placer. Para evitar esto, se estableció el córner con defensa zonal. Si coloco a mis jugadores distribuidos en las zonas donde puede ser peligroso el remate del rival, sé que nunca va a existir el remate franco. Si el jugador se despista al menos molesta con su presencia.
La defensa zonal también sirve para evitar jugadas que se han copiado del baloncesto. Por un lado, tenemos el aclarado, una serie de jugadores, sabiendo que existe una marca personal, se mueven dejando vacío un espacio del área, hacia donde irá el balón esperando la llegada de un atacante para que remate sin marca. Por otro, tenemos el bloqueo, un jugador hace una pantalla a un contrario que esta marcando a uno de los atacantes y de esta manera anula las parejas de marcaje. Con una defensa zonal, cada uno de los jugadores que defienden no ve alterada su posición por muchos inventos que hagan los atacantes.
¿Qué desventajas ocasiona la defensa zonal? Quizás solamente dos pero que en realidad tienen un gran peso específico. Primero reduce la capacidad de salto del defensa respecto al atacante. El defensor, ya situado en la zona que defiende, sólo puede ejercer el salto en su trayectoria vertical. Estando prácticamente parado, debe elevarse lo máximo posible. En cambio, el atacante ve enriquecida su capacidad de salto por una trayectoria horizontal, la carrera, que lo impulsa y complementa la vertical. Segundo, y muy importante también, es que el defensor no escoge la pareja de baile, sino que lo hace el atacante. En una defensa individual, las marcas se establecen en el vestuario. Se asignan verbalmente o bien se escriben en el tablón y cada jugador sabe que la responsabilidad de la marca es absolutamente suya. Si mete gol su pareja, él es el único responsable. Evidentemente, esas parejas se establecen equilibrando la capacidad de salto. Lo normal es que a los altos se les asigne la marca de un rival alto y los bajitos se ocuparan de los bajitos. En cambio, en la marca zonal los jugadores tienen asignadas unas zonas del área pequeña y, por lo tanto, es reconocible por el rival quién se pone en cada sitio. Entonces, lo lógico es que el atacante establezca las parejas de la manera más desequilibrada posible para sacar partido de la información privilegiada que recibe de la defensa contraria.
 
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