El fútbol ha evolucionado en los últimos años. Los medios de los que se dispone, el conocimiento de los profesionales, el tiempo invertido… todo repercute en la metodología a utilizar durante los entrenamientos. Ahora mismo, pocos son los entrenadores que al fijarse en las sesiones realizados por ellos mismos 4 años atrás no dudan en querer cambiarlo y conocer formas de mejorar los ejercicios.
Antes el trabajo que estaba más en auge para la preparación física era sin balón. Eminencias en España como Álvarez del Villar acostumbraban a trabajar en el campo en interminables carreras continuas sesiones donde no se veía nunca el esférico y trabajos donde la transferencia brillaba por su ausencia. Sin embargo, en la última década se comenzó a matizar esa preparación física y se trasladó al campo de fútbol con ejercicios en los que el balón es el principal protagonista. Además, en los últimos años se ha instalado una corriente metodológica, la “periodización táctica” por la cual se añade a esa preparación física con balón, orientación táctica y sentido del juego, llegando a realizar ejercicios integrados en los que se trabaje esas cualidades físicas, dentro del campo (desarrollando la técnica) y además con sentido táctico, desarrollando contenidos para luego poder aplicarlos en el partido.
Son muchas las voces que hablan de la Preparación Física y este artículo no pretende ser la que se imponga a las demás. Personalmente considero que lo importante en la estructuración de las capacidades condicionales de un equipo es la planificación, sin ella nada de lo que hagas tiene sentido por muy bien planteado que esté. Debes mantener una estructura temporal, saber cuándo hacerlo y porqué lo haces un día y no otro.
Por eso, por ejemplo, no se puede trabajar lo mismo en Agosto, que en Noviembre, que Febrero.Debes mantener una planificación por la que dispongas correctamente y en un orden correcto los ejercicios, bien sea ATR o Tradicional, además de vigilar si te encuentras en el principio de la temporada, tras el parón invernal o a poco de finalizar la Liga, pues por ejemplo el mesociclo de Acumulación (la primera parte –A- del ATR) variará según ese momento en el que se encuentre.
Para plantear este artículo, dadas las amplias posibilidades a trabajar en el campo, dispondré los ejercicios catalogándolo en función de la Resistencia. Esta, se puede dividir en Resistencia de Base, aquella que se puede trasladar de un deporte a otro y Resistencia Específica, la determinada para el deporte a practicar.
En función del tiempo o intensidad a desarrollar en cada actividad, predomina un tipo de resistencia a otra. Voy a explicar brevemente las características de ellas:
- Resistencia Aeróbica: Su Fuente de Energía es el Oxígeno además de las grasas e Hidratos de Carbono, suele realizarse a baja intensidad y durante un largo periodo en el tiempo
- Resistencia Anaeróbica: No se consume Oxígeno y suele ser a Intensidades altas
- Láctica: Intensidad submáxima. Suele durar hasta el minuto y medio, produciendo Ac. Láctico y su fuente de energía son los hidratos de carbono.
- Aláctica: Intensidad máxima. No dura más de 15 segundos y no llega a producir Ac. Láctico, siendo su fuente de energía la almacenada en el músculo (PC)
Además, dentro de cada una de los 4 tipos de resistencia, se consideran dos vertientes, Potencia y Capacidad. La primera hace referencia a Intensidad alta, mientras que la segunda a intensidad baja. Así, por ejemplo si hablamos de Potencia Anaeróbica Láctica, estamos hablando de 30’’, mientras que si hablamos de Capacidad Anaeróbica Láctica podremos llegar a los 2 minutos.
Ante todo, me gustaría que estos ejercicios no se tomaran como un dogma ni algo enmarcado sin posibilidad de maniobra, ya que creo precisamente en lo contrario, en que todo puede modificarse de una forma u otra en función de los objetivos que quieres, del comportamiento de los jugadores o de sus necesidades y quitar una de las series que estaba diseñada no es malo si es lo necesario para el ejercicio o sesión. La idea es que estos ejercicios (así como el artículo), sea una marca sobre la que guiarse y no seguirla a pies juntillas pues cada ejercicio, cada sesión, cada planificación, cada equipo,… es distinto y lo dispuesto para uno es difícil por no decir imposible que sirva para otro. Ya no hablo de los objetivos tácticos o técnicos que ahí sí que son totalmente distintos para cada equipo, sino a nivel físico puesto que las necesidades de un equipo siempre serán distintas a las de otro, por lo que estos ejercicios deberían servir como guía y que posteriormente cada entrenador los adapte a su gusto y a las circunstancias del equipo que dirige.
Tweet |
|