La charla pre-partido debería conducirse entre una y dos horas mínimo antes del partido, cuando los jugadores aún están receptivos y no envueltos en la tensión propia de los minutos antes del choque.
Es habitual que conceptos básicos, como fortalezas y debilidades del contrario ya hayan sido abordados durante las sesiones previas, pero los futbolistas son olvidadizos, como todos ante el estrés, y conviene recordarles estas pautas.
Es obvio que el entrenador actual emplea gran parte de su tiempo en comunicarse con sus jugadores, podríamos ampliar esta definición diciendo que además de con estos también con directivos, prensa etc.
Es por ello que se le atribuyen entre otras características las de un buen comunicador, a las ya conocidas de sabio del fútbol, psicólogo, motivador, líder y un interminable etc, que de darse todas en la misma persona harían de él, un hombre perfecto. No existe.
En cualquier caso convendremos que a la hora de las llamadas “charlas tácticas” es imprescindible poseer rasgos de gran comunicador, exigible y necesario.
Charla Pre-Partido.
Cuando leemos o escuchamos aquello de “durante la semana preparamos el partido”, la frase es tan sencilla aunque tan llena de sentido tanto como que los profesionales preparamos el siguiente partido durante toda la semana, ensayando movimientos, estrategia, probaturas de jugadores, y otros menesteres.
Una vez conseguida la puesta a punto semanal, nos vemos en uno de los momentos mas complicados a la vez que excitantes para el entrenador.
La charla pre-partido debería conducirse entre una y dos horas mínimo antes del partido, cuando los jugadores aún están receptivos y no envueltos en la tensión propia de los minutos antes del choque. Es habitual que conceptos básicos, como fortalezas y debilidades del contrario ya hayan sido abordadas durante las sesiones previas, pero los futbolistas son olvidadizos, como todos ante el estrés, y conviene recordarles estas pautas.
El principio fundamental del mensaje es “sea positivo”, transmita a sus jugadores seguridad, por supuesto evite cualquier ápice de duda, de temor, aunque lo tenga, es usted entrenador y en su sueldo entra el confiar en sus jugadores, de otro modo es usted un entrenador pre-cesado.
Recordar las virtudes del rival sin mostrarse inferior es un principio fundamental, argumentar a sus futbolistas que haciendo las cosas bien y según lo planeado puede llevarles al triunfo.
Siéntese al lado de cada uno de los jugadores mientras estos se cambian, se vendan o están en la mesa de masajes, transmítales confianza, asegúrese de que entienden perfectamente su rol, sus obligaciones y hágales sentirse importantes.
Logré que sus jugadores participen en la conversación, que pregunten, haga usted preguntas confirmativas para asegurarse de que todo quedó claro, utilice papel tipo póster para los gráficos y cuélguelos por todo el vestuario.
Reúna también a los jugadores por líneas y hable de esa forma en grupos con ellos, que sientan que son una unidad dentro de un todo.
Pida a su equipo técnico (segundo entrenador, preparador físico etc) que colaboren hablando con los jugadores y sobretodo detectando posibles temores, angustia, ansiedad, desmotivación o cualquier elemento adverso, consiga así mismo que los suplentes sean los primeros en transmitir confianza mas que enfado y decepción.
Como último punto recuerde que esta charla de forma global no debería durar mas de 40 minutos, a partir de ahí los artistas empiezan a dispersarse y ausentar su atención de la sesión.
Tenga presente el ya mas que conocido axioma de :
Si quieres que sucedan cosas diferentes deja de hacer siempre lo mismo.
Charla motivadora.
Frecuentemente los entrenadores se equivocan planteando las charlas motivadoras bien por falta de convicción bien por falta de ideas, aún recuerdo frases de jugadores refiriéndose a sus entrenadores como “estaba cagado antes de los partidos” o “no paraba de dar vueltas en el vestuario”.
A menudo los entrenadores dan charlas motivadoras repetitivas, iguales semana tras semana, puede parecer sorprendente en un mundo donde hay que vender ideas, pero no por ello menos cierto. Consecuentemente la charla motivadora se convierte en la “brasa” de cada semana, los jugadores ponen “el piloto automático” y la motivación desaparece. Para ser efectiva pues, el contenido, los medios (recortes de prensa, mensajes escritos en la pared, música, expresiones corporales) deben aportar frescura, deben resultar estimulantes para los jugadores y adaptadas al estado moral que atraviesa el equipo en ese momento, obviamente el medio es diferente para un equipo en racha ganadora que para otro en el lado opuesto.
Ante todo muéstrese confiado recuerde a sus jugadores sus virtudes no sus defectos (sea positivo), ejemplo: “cuidado con los centros al área, somos mas bajos que ellos” este es el mensaje equivocado, el correcto podría ser “sí estamos atentos no tendremos problemas en el juego aéreo”, sí realmente sus jugadores son bajos, ya no van a crecer en los minutos que quedan para el inicio, mejor que confié en lo que tiene y no que los jugadores vivan un drama de ansiedad en cada balón centrado por alto.
En resumen, los jugadores están muy vulnerables y son muy susceptibles antes del inicio del partido, sea positivo¡¡¡¡mejores o peores son lo mejor que tiene, ahora solo queda que obtenga todo lo que ellos pueden dar, recuerde que su actitud y sus palabras son las de “el líder” del equipo, el guía del grupo, transmita seriedad y profesionalidad a la vez que confianza.
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