Manuel Guisande es un escritor de literatura infantil, periodista y guionista de cortometrajes. Es autor de la serie de cuentos Rodribico. Además, Manuel Guisande cuenta con el Premio de Comunicación de la Xunta de Galicia 2000, Premio Codorniz de Plata de la Academia de Humor o el Premio Isaac Díaz Pardo da Asociación Galega de Editores junto con elilustrador Xosé Tomás. Wikepedia
Read more: http://barbadasbase.blogspot.com/2013/12/ninos-futbolistas-ninos-esclavos.html#ixzz2t0rdTGWJ
Leer más: "Niños futbolistas, niños esclavos": Interesante opinión del escritor Manuel Guisande http://barbadasbase.blogspot.com.es/2013/12/ninos-futbolistas-ninos-esclavos.html#CAb5Qn8t5od0PHh8
Mejora tu Posicionamiento Web con http://www.intentshare.com
NIÑOS FUTBOLISTAS, NIÑOS ESCLAVOS
Por mucho que me lo quieran vender, por mucho que me digan que viven en unas instalaciones perfectas y que todo está pensado para ellos, que estudian, que van al colegio, que se preocupan en todo momento de ellos y que son felices; todos esos niños que están en residencias de grandes equipos de fútbol, con edades de 14 años, y en algunos casos de 11, son los nuevos esclavos del siglo XXI.
Y esta nueva esclavitud, pero más perfeccionada, mostrando solamente la cara dulce y no la amarga, es casi similar a la de antaño pero aderezada por el marketing publicitario: el nuevo confeti de colores que oculta la realidad. Este tipo de tiranía sobre la infancia comienza cuando los cazadores de talentos recorren casi a diario cualquier parte del mundo o reciben el aviso de que hay una buena «pieza» que puede interesar.
Entonces, acostumbrados a la ancestral cacería, siguen paso a paso un ritual que no falla. Estos depredadores de almas llegarán al lugar, la examinarán, y si ven que tiene posibilidades hablarán con la familia, le contarán preciosas y maravillosas historias y se la llevarán atada con el lazo de un posible contrato que solucione la vida de todo ellos.
Alejados de sus padres, comunicándose por teléfono o recibiendo esporádicamente alguna visita, vivirán enjaulados en unos centros que llaman «de alto rendimiento» y allí vivirán soñando con llegar un día al primer equipo, pensando que serán unas estrellas que triunfarán.
Todo parece ideal, maravilloso, genial, fantástico; y los equipos, pasado unos años, presumirán que de allí han salido tal y cual futbolista, que ha ganado no sé cuantas botas de oro, que ha marcado no sé cuanto goles; pero nunca hablarán de los que no triunfaron, de a los que tuvieron que decir: «Tú no vales», de los que devolvieron a casa como muñecos, como trapos.
Es muy probable que entonces esos niños queden marcados por el fracaso y quien sabe si con un problema para toda la vida porque no es lo mismo una decepción vital con 34 años que con 14, pero a quien le importa… de esos, de esos niños, cientos, miles, que apenas levantaban un palmo, no se habla, ni se hablará; quedarán en el olvido, en el silencio, con sus corazones rotos, con sus ilusiones y sueños destrozados, y lo único que habrán ganado habrá sido no haberse educado en un entorno familiar como niños que son, y la vida seguirá como si no hubiera pasado nada. Quizás sea por eso por lo que hay muchos deportistas de élite, niños al fin y al cabo, que no sonríen, como nunca sonrió ningún esclavo.
Entonces, acostumbrados a la ancestral cacería, siguen paso a paso un ritual que no falla. Estos depredadores de almas llegarán al lugar, la examinarán, y si ven que tiene posibilidades hablarán con la familia, le contarán preciosas y maravillosas historias y se la llevarán atada con el lazo de un posible contrato que solucione la vida de todo ellos.
Alejados de sus padres, comunicándose por teléfono o recibiendo esporádicamente alguna visita, vivirán enjaulados en unos centros que llaman «de alto rendimiento» y allí vivirán soñando con llegar un día al primer equipo, pensando que serán unas estrellas que triunfarán.
Todo parece ideal, maravilloso, genial, fantástico; y los equipos, pasado unos años, presumirán que de allí han salido tal y cual futbolista, que ha ganado no sé cuantas botas de oro, que ha marcado no sé cuanto goles; pero nunca hablarán de los que no triunfaron, de a los que tuvieron que decir: «Tú no vales», de los que devolvieron a casa como muñecos, como trapos.
Es muy probable que entonces esos niños queden marcados por el fracaso y quien sabe si con un problema para toda la vida porque no es lo mismo una decepción vital con 34 años que con 14, pero a quien le importa… de esos, de esos niños, cientos, miles, que apenas levantaban un palmo, no se habla, ni se hablará; quedarán en el olvido, en el silencio, con sus corazones rotos, con sus ilusiones y sueños destrozados, y lo único que habrán ganado habrá sido no haberse educado en un entorno familiar como niños que son, y la vida seguirá como si no hubiera pasado nada. Quizás sea por eso por lo que hay muchos deportistas de élite, niños al fin y al cabo, que no sonríen, como nunca sonrió ningún esclavo.
Fuente: http://www.elperiodic.com/
Read more: http://barbadasbase.blogspot.com/2013/12/ninos-futbolistas-ninos-esclavos.html#ixzz2t0rdTGWJ
Leer más: "Niños futbolistas, niños esclavos": Interesante opinión del escritor Manuel Guisande http://barbadasbase.blogspot.com.es/2013/12/ninos-futbolistas-ninos-esclavos.html#CAb5Qn8t5od0PHh8
Mejora tu Posicionamiento Web con http://www.intentshare.com
Tweet |
|
No hay comentarios :
Publicar un comentario
tu opinión es importante.